La elección del presidente del primer Gobierno autónomo de Asturias, en un callejón sin salida

La investidura del presidente del Consejo de Gobierno de Asturias se encuentra ante un callejón sin aparente salida, tras haber abandonado la izquierda, mayoritaria en la Junta General del Principado o Parlamento, el pleno convocado con tal finalidad, en desacuerdo con la interpretación dada a la mayoría simple por el presidente de la asamblea, Agustín Antuña, de UCD. Este se muestra decidido a proclamar presidente del Gobierno al candidato que obtenga más votos favorables, con independencia de los negativos, invocando un dictamen solicitado por él al catedrático Eduardo García de Enterría.

La otra interpretación, defendida por la izquierda, impide la elección del candidato centrista, apoyado por el bloque UCD-Alianza Popular, ya que resultaría automáticamente eliminado al obtener siempre más votos en contra (los 31 de socialistas y comunistas) que a favor (los veintisiete de centristas y aliancistas).La situación de empate en número de parlamentarios regionales entre el PSOE y UCD ya provocó ocho votaciones para elegir al presidente de la Junta General del Principado, hasta que al final Agustín Antuña recibió los votos de UCD y AP, mientras el PSOE y el PCA mantenían su desacuerdo y votaban por separado a sus respectivos candidatos.

El rechazo categórico de UCD a la propuesta socialista de formar un Gobierno de concentración erizó aún más de dificultades el largo y tortuoso camino de la puesta en marcha de las instituciones de la autonomía de Asturias, cuyo estatuto entró en vigor el pasado 31 de enero. Estas dificultades se vieron acentuadas por la exigencia del PCA de formar parte del Gobierno con el PSOE para darle sus votos, y la negativa de los socialistas a esta pretensión con el argumento del riesgo de generar una dinámica de enfrentamiento entre dos bloques de izquierda y derecha.

Ultimamente ha cobrado singular significación en este conflicto la firme decisión de UCD de optar al Gobierno de la región con el apoyo de AP, en contradicción con su acuerdo inicial, que llevaba implícito el pasé a la oposición. Emilio García-Pumarino, candidato de UCD a la presidencia del Gobierno, ha decidido ejercer su carrera política en Asturias y renunciar a presentarse como candidato a las elecciones generales. La lista centrista asturiana al Congreso contará previsiblemente con posibles pesos pesados como Matías Rodríguez Inciarte, Rafael Calvo Ortega y Alejandro Rebollo.

Polémica sobre procedimiento

La complejidad de la situación creada en Asturias alcanzó su máximo encono en la sesión de investidura del presidente del Gobierno, cuando el presidente de la Junta General del Principado, Agustín Antuña, interpretó la mayoría simple de forma favorable a la tesis de su partido.

El grupo parlamentario socialista consideró intolerable que la autoridad de un profesor, por prestigioso que sea, pueda ser impuesta a una cámara legislativa, autora de las normas de elección de presidente de Gobierno y, por tanto, responsable de interpretar lo que ella misma ha legislado. Antuña dio a conocer su interpretación de las citadas normas y se negó a someterla a votación de la asamblea.

La dirección socialista asturiana sostiene, por otra parte, que la interpretación dada por el presidente de la junta general al dictamen de García de Enterría es incorrecta, según se desprende de la conversación telefónica mantenida con éste por Jaime Montalvo, portavoz del grupo del PSOE y catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad de Oviedo. La misma fuente afirma que Agustín Antuña leyó las conclusiones del citado dictamen de forma parcial e interesada.

Jesús Sanjurjo, secretario general de la Federación Socialista Asturiana, aseguró que dicho dictamen había sido solicitado por Antuña en nombre de todos los grupos parlamentarios, a pesar de que éstos no habían sido informados al respecto. Además, el contenido total del dictamen no ha sido dado a conocer a los partidos representados en la Junta General del Principado.

Javier Gálvez, letrado del Senado que asistió como asesor de la mesa de la junta desde su constitución, comisionado por las Cortes Generales, abandonó Oviedo profundamente disgustado, según los socialistas, como consecuencia de la reiterada negativa del presidente de la asamblea, Agustín Antuña, a encargarle un dictamen sobre la interpretación de la mayoría simple. El portavoz socialista, Jaime Montalvo, solicitó, sin éxito, por tres veces del presidente de la junta la petición de un dictamen a Gálvez, cuyo criterio era favorable a la tesis de la izquierda, según ha trascendido.

La comisión ejecutiva regional del PSOE, el partido más votado en todas las elecciones celebradas en Asturias, baraja actualmente tres salidas posibles ante la grave situación planteada: un Gobierno socialista con un pacto de legislatura o un Gobierno de concentración; la renuncia al Gobierno, que en ese caso pasaría al bloque UCD-AP, o un acuerdo con el PCA, partido que exige a cambio de sus votos una o varias carteras.