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El proceso por la rebelión militar del 23 de febrero

Comenzó el interrogatorio de los tenientes procesados por el intento de golpe de Estado

Con el interrogatorio de varios tenientes de la Guardia Civil se inició ayer en el Servicio Geográfico del Ejército la 24ª sesión de la vista del juicio contra los procesados por el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. A preguntas del fiscal, el teniente Pedro Izquierdo Sánchez identificó a los tenientes Ramos Rueda y Boza Carrasco como participantes en el conato de agresión al teniente general Gutiérrez Mellado y afirmó que en la noche del 23-F se hicieron en el Congreso varios comentarios respecto a que el general Armada era la autoridad militar esperada. En le sesión de ayer el teniente Vicente Ramos Rueda afirmó que vio al capitán Gil Sánchez Valiente abandonar el Congreso de Diputados hacia las cuatro de la madrugada del 24 de febrero.

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El teniente Izquierdo, para quien el fiscal pide una pena de cuatro años de prisión y separación del servicio, acusado de acompañar al capitán Abad en la ocupación del Congreso, declaró que fue convocado por éste para hacerle entrega del mando del subsector de Tráfico, como teniente más antiguo, ya que aquel se marchaba al día siguiente a Alemania para realizar un curso. Una vez en la unidad, relató el declarante, Abad comunicó a los tenientes que Tejero le había requerido para realizar un servicio importante, querido por el Rey. Dijo, en este sentido, que fueron al despacho del coronel Manchado, jefe del Parque de Automovilismo, donde se encontraba Tejero, quien explicó que la operación era de caracter nacional, estaba mandada por Milans y, en lo que hacía al subsector de Tráfico, consistía en formar un cordón en torno al Congreso.Precisó que a él le ordenó realizar el servicio el capitán Abad y no supo del plan para ocupar el Congreso hasta el momento mismo en que se realizó. Añadió que no llegó a entrar en el hemiciclo en toda la noche y que no presenció el incidente de Tejero con Aramburu ni la conversación entre el primero y Armada. No obstante, dijo que mientras éste estuvo en el Congreso, su ayudante, comandante Bonell, dijo a varios oficiales que salvo la primera y octava regiones militares, todas las capitanías generales estaban de acuerdo con Milans. Insistió en que él desconocía las condiciones que se elaboraron para la rendición.

A preguntas de su defensor, Julio Ortiz, el teniente Izquierdo declaró durante la noche del 23 de febrero y madrugada del 24, únicamente recibió órdenes de su capitán y que en ningún momento se le ocurrió contrastar las mismas con sus superiores. Reveló que todos los guardias civiles que participaron en la operación fueron arrestados con posterioridad, y que algunos de ellos recibieron tratos vejatorios. En respuesta a una pregunta que le hizo Ramón Hermosilla, defensor de Armada, el procesado dijo que ninguno de sus compañeros tuvo dudas de cumplir lo que les ordenó el capitán Abad, y que si hubo dudas, éstas eran más en cuanto a la forma de realizar las órdenes. Afirmó también que estaba seguro de haber actuado el 23-F conforme a lo dispuesto en las Reales Ordenanzas y el reglamento de la Guardia Civil.

El fiscal inició luego el interrogatorio del teniente César Alvarez Fernández para el que pide una pena de cinco años de prisión y separación del servicio. Se le acusa de estar encargado de mantener el orden en el hemiciclo durante la mayor parte del tiempo que duró la ocupación. Declaró que fue el capitán Muñecas quien le ordenó que por la tarde se pusiera la uniformidad adecuada, ya que por la tarde se había requerido al escuadrón para realizar un servicio de orden público, con ocasión de la sesión de investidura de Calvo Sotelo. Dijo que Muñecas no le mencionó el nombre de Tejero, aunque sí le precisó que el servicio se lo habían ordenado en la Dirección General de la Guardia Civil.

Controlador del hemiciclo

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Precisó que en el camino hacia el Congreso en autobús nadie le dijo que el servicio estaba mandado por Milans y Armada. Declaró que se le ordenó entrar en el hemiciclo con tres funciones: velar para que los diputados no hablaran entre si, evitar que produjeran situaciones de tensión, e impedir la entrada de curiosos al hemiciclo. Negó que fuera él quien, como se le achaca, dijera la frase "manitas quietas, esto se mueve", ya que cuando se grabó el vídeo en el que se escucha esa frase, aún no había entrado en el hemiciclo. "Además", dijo, "yo llevaba tricornio y en el vídeo no se ve ninguna persona con tricornio en el interior del hemiciclo. En todo caso no es mi estilo de oficial".

Negó también que durante la ocupación hubiera amenazado o llamara "sirvienta" a la doctora Carmen Echave, y manifestó que algunos diputados tuvieron palabras cariñosas con él al finalizar la ocupación. Declaró, asimismo, que su capitán le dijo que la autoridad militar esperada era Armada. A las 11.50, el presidente levantó la sesión por espacio de veinte minutos.

Reanudada la sesión, el teniente Alvarez Fernández, a preguntas de su defensor, Guillermo Salva Fernández, confirmó que en la tarde-noche del 23-F Tejero le ordenó mantener el orden en el hemiciclo. El presidente del Tribunal, en la serie de cortos interrogatorios a que fue sometido el procesado por los abogados, interrumpió una pregunta de Julio Ortiz, que preguntó a Alvarez Fernández si piara él era más importante lo que hizo el 23-F o los cinco años de prisión que le pide el fiscal. El mismo abogado le preguntó si había visto alguna vez al capitán Muñecas realizar torturas, a lo que el declarante contestó en forma negativa.

Posteriormente el fiscal inició el interrogatorio del teniente José Núñez Ruano, que era el 23-F profesor en la Academia de Tráfico de la Guardia Civil, para quien pide aquel cuatro años de prisión y separación del servicio, acusado de impedir que los guardias civiles desplegados en torno al Congreso cumplieran la orden de Aramburu Topete de retirarse a su unidad. Núñez Ruano declaró que los capitanes Bobis, Lázaro y Pérez de Lastra le ordenaron que subiera a los autobuses que iban al Congreso y le dijeron: "Nos veremos en la plaza de las Cortes". Dijo que en la tarde del 23-F, formó con sus hombres un cordón de seguridad en torno al Congreso y oyó decir a varios oficiales que estaban realizando un servicio ordenado por el Rey. Indicó que hasta bastante después de la toma del Congreso no supo que estaban retenidos los diputados y el Gobierno. "Yo pensé que estábamos allí para prestar un servicio de seguridad y protección al Rey, al que conozco personalmente". Precisó que no vio los incidentes entre las fuerzas ocupantes y Gutiérrez Mellado y Aramburu Topete.

Correspondió luego someterse al interrogatorio al teniente Vicente Ramos Rueda, para quien el Fiscal pide una pena de cuatro años de prisión y separación del servicio, acusado de acompañar al capitán Abad en la ocupación del Congreso e interceptar a Gutiérrez Mellado, cuando se levantó de su escaño. El procesado dijo que su jefe superior, Abad le convocó por radio-teléfono para despedirse de él y de los demás tenientes, porque al día siguiente se iba a Alemania. Añadió que a primera hora de la tarde del 23-F, en una reunión con subtenientes, Abad les dijo que le acababa de llamar Tejero porque necesitaba la unidad para prestar un servicio mandado por el Rey, Milans y Armada.

Con Abad o sin él iría al Congreso

Con posterioridad, según el declarante, fue en el despacho del coronel Manchado donde Tejero les comunicó que debían ir al Congreso y formar un cordón. "Tejero dijo que con Abad o sin Abad, iría al palacio de las Cortes. Manchado no dijo nada y estuvo en actitud pasiva durante todo el rato".

-Fiscal: ¿Estuvo en esa reunión el capitán Gómez Iglesias? -Ramos Rueda: No. Yo he conocido al capitán Gómez Iglesias aquí, cuando nos trasladaron poco antes del juicio.

-Fiscal: ¿Vio usted quién participó en el incidente con el teniente general Guitiérrez Mellado? ¿Participó usted mismo?

Comenzó el interrogatorio de los tenientes procesados por el intento de golpe de Estado

-Ramos Rueda: Cuando entré en el hemiciclo, vi que había unos guardias civiles rodeando a un señor de paisano. Me acerqué, y él paisano se dio la vuelta. Entonces me di cuenta de que se trataba del teniente general Gutiérrez Mellado. Me interpuse entre él y los guardias, y le dije: "Esté usted tranquilo, mi general, siéntese que aquí no pasa nada. Al momento llegó el teniente coronel Tejero, y yo me di la vuelta y me marché.-Fiscal: ¿No ejerció usted violencia sobre el teniente general Gutiérrez Mellado?

-Ramos Rueda: No, en absoluto.

Declaró que tras la conversación mantenida por Armada y Tejero en una habitación acristalada del Congreso, el teniente coronel les dijo: "No te fastidia. Quería entrar en el hemiciclo, que le votaran a él como presidente, y formar un gobierno con socialistas y comunistas". Dijo que Tejero se paró entonces y, tras quedar un rato pensativo, añadió: "¿Para esta chapuza hemos venido aquí"?

-Fiscal: ¿Vio usted entrar a la División Acorazada?

-Ramos Rueda: Sí. Llego el comandante Pardo Zancada y nos dio un abrazo, dieron varias vivas, y todos tan contentos. (Risas entre el público.)

-Fiscal: ¿Había facilidades para entrar y salir del palacio de las Cortes?

-Ramos Rueda: Sí, claro. Había todas las facilidades que cada uno quisiera tener. Hasta el punto de que el capitán Gil Sánchez Valiente se fue cuando le pareció bien y nadie le puso impedimento.

-Fiscal: Hombre... es la primera vez que se habla del capitán Sánchez Valiente en esta sala. ¿Usted le vio marcharse?

-Ramos Rueda: Sí. El se fue hacia las cuatro de la madrugada.

-Fiscal: ¿Iba armado y vestía de campaña?

-Ramos Rueda: Sí, iba armado y vestía de campaña.

-Fiscal: ¿Llevaba algo en la mano?

-Ramos Rueda: Sí. Llevaba algo. No sé lo que era... era algo pequeño.

-Fiscal: ¿Se trataba de un portafólios o una maleta?

-Ramos Rueda: No sabría decirle exactamente lo que era, pero, desde luego, llevaba algo en la mano de pequeño volumen.

Dijo Ramos Rueda que vio varias veces al capitán Sánchez Valiente antes de que abandonara las Cortes, pero dijo que desconocía si entró con las fuerzas ocupantes o como mero observador.

A las 14.15 horas el presidente del Tribunal levantó la sesión hasta las 16.00 horas.

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