El traficante de armas norteamericano Korkala solicita la nacionalidad española
El traficante de armas norteamericano George G. Korkala, detenido el pasado 25 de febrero en Madrid e ingresado posteriormente en la prisión de Carabanchel a la espera de que se resuelva la solicitud de extradición presentada por el Gobierno de Estados Unidos, ha renunciado a la ciudadanía norteamericana y ha realizado los trámites correspondientes para tratar de conseguir la nacionalidad española, según supo este periódico de fuentes solventes.Por su parte, al Gobierno español le restan doce días, a partir de hoy, para decidir si concede o no la extradición del norte americano, quien, al parecer, tuvo relaciones, directas o indirectas, con la CIA (Agencia Central de Información).
George Korkala requirió la pasada semana a la dirección de la prisión los papeles necesarios para demandar la nacionalidad española y pedir asilo en este país. Los documentos le fueron entregados oportunamente y, tras rellenarlos debidamente, los reenvió a la dirección, que ya ha tramitado el expediente a la Comisaría Central de Documentación para que se haga cargo del asunto.
Según ha podido saber este periódico de fuentes solventes, el traficante de armas norteamericano ha realizado esta petición, como explica ampliamente en su escrito, motivado por la persecución de que es objeto por parte de la CIA, según el mismo indica, y por la falta de protección del Gobierno Reagan.
Su petición para obtener la ciudadanía española ha venido a realizarla cuando faltan, a partir de hoy, doce días para que el Gobierno español decida si concede o no la extradición, cuya petición fue cursada verbalmente por la Administración norteamericana el mismo día que se tuvo noticia de la detención del traficante en Madrid. Desde ese día -el 25 de febrero- el Gobierno español disponía de 45 días pira responder a la demanda de extradición. Si la respuesta es afirmativa, el asunto. pasará a manos de las autoridades judiciales competentes.
George Korkala no dispone, por el momento, de abogado defensor, ya que, en un principio, se hizo cargo de su caso el letrado Juan Mollá, quien fue posteriormente despedido por el propio Korkala en la prisión madrileña. El norteamericano indicó que había contratado los servicios de José María Stampa Braun, pero éste manifestó ayer a este periódico que todavía no había decidido si se iba a hacer cargo del asunto.
Korkala se encontraba huido de Estados Unidos, al igual que su amigo el ex agente de la CIA, Frank Terpil, después de haber sido condenados ambos en ausencia por un tribunal de Nueva York a 53 años de prisión, por intentar vender 10.000 ametralladoras a unos presuntos guerrilleros.
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