Schöberg y la melodía de timbres en el Real

Cinco piezas para orquesta. de Schönberg. Obras de Vivaldi. Chaikovsky y Barber.Orquesta Sinfónica de RTVE. Solistas: María del Carmen Montes J.Luis Jordá y Vicente Cueva. Director: Enrique García Asensio.

Teatro Real, 20 y 21 de marzo

Centro de interés en el último concierto de la RTVE, dirigido por García Aseiisio, era la interpreta ción de las Cinco piezas para orquesta, op. 16, de Ykrnold Schönberg, que la orquesta ponía en sus atriles por vez primera. Como es sabido, esta obra de 1909, revisada en 1949, supone un verdadero anticipo de lo que iba a ser el camino del compositor vienés, particularmente por cuanto se refiere a la tercera pieza, Faren (Colores), en .la que se esboza muy decidida mente la klangfarbenmelodie (melodía de timbres). En todo el conjunto, los doce sonidos aparecen liberados y sin sometimiento a los dictados de la armonía funcional. "Melodía, armonía y ritmo son sentidos", escribe IZognoni, "dentro de un único espacio polifónico

Lenguaje sintético

Escritas para gran orquesta, las cinco piezas obedecen a una idea unitaria, practican un lenguaje sintético que huye de lo accesorio y, más aún, de cualquier embellecimiento añadido y están concebidas con gran refinamiento sonoro, más consecuencia de la precisión de escritura que de ningún propósito bien sonante. Inicialmente, Schönberg tituló cada uno de los fragmentos, tal y como aparecían en el programa de mano (en alemán y sin traducción), pero después hizo desaparecer tales denominaciones, acaso porque podían llevar al ánimo del auditor intenciones de algún modo programáticas. La versión de García Asensio y la RTVE, planteada con seriedad, no alcanzó la precisión de detalle que la obra schönbergiana reclama en su estructura como en la citada Farben.

Excelentemente frascado, en cambio, resultó el Adagio para cuerdas, del norteamericano Samuel Barber (1910-1981), fruto neorromántico que, en su brevedad, no puede reflejar ni refleja la personalidad del compositor, sino un perfil ceñido a un tiempo (1937) y relativamente indicativo de la dirección estética.

Una brillante versión de Vivaldi

El programa se inició con una versión brillante del Concierto en fa mayor, de Vivaldi, en el que lucieron sus valores los violinistas María del Carmen Montes, Juan Luis Jordá y Vicente Cueva.

Se cerró con la segunda sinfonía (llamada pequeña Rusia), de Chalkowsky, la más conseguida versión de García Asensio y sus profesores de la RTVE. Todos escucharon largas ovaciones, como antes las habían recibido muy insistentes los solistas de la obra vivaldiana.