El Reino Unido se opone a que Europa hable con una sola voz en el seno de la OTAN
La iniciativa francesa de relanzar la Unión de Europa Occidental (UEO) como institución que puede proporcionar una voz auténticamente europea en el seno de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha recibido una ducha fría en Londres, donde la primera ministra, Margaret Thatcher, declaró el jueves que este paso podría dividir a la Alianza Atlántica y alienar a Estados Unidos.La potenciación de la UEO no es una idea nueva en Francia -que se retiró del mando militar integrado en la OTAN en 1966- y ha recibido recientemente un velado apoyo verbal en Bonn y en Roma. A partir de 1973, el famoso Año de Europa de Henry Kissinger que provocó grandes tensiones en la Alianza Atlántica, Francia resucitó la olvidada UEO como foro europeo y base de uno de los dos pilares de la OTAN.
Con la victoria socialista y la llegada de François Mitterrand al palacio del Elíseo, Francia ha querido, al tiempo que se acerca a la OTAN y a Estados Unidos manteniendo su ya tradicional independencia, revaluar la idea de la defensa europea -distinta de la de defensa de Europa- a través de la UEO. El interés francés en esta organización ha quedado patente no sólo en las declaraciones oficiales del ministro de Defensa, Charles Hernu, sino también en el tamaño y la calidad de las delegaciones que envía a las reuniones de la UEO.
Hernu ha dejado claro que Francia no puede andar sola por el terreno de la defensa, y el Gobierno francés ha expresado sus deseos de ver formarse una voz auténticamente europea en el seno de la OTAN. La UEO sería, pues, el marco adecuado para esta idea francesa sin que por ello Mitterrand tuviera que volver a integrar militarmente a su país en la OTAN.
La UEO fue creada en 1948 por el Tratado de Bruselas para controlar el rearme alemán. Quedó modificada en 1954, con el traspaso de la mayoría de sus competencias a la OTAN tras el fracaso de la Comunidad Europea de Defensa, cuyo carácter supranacional repugnaba a los británicos. La UEO está integrada en la actualidad por Bélgica, Holanda, Italia, Luxemburgo, el Reino Unido y la República Federal de Alemania. Noruega y Dinamarca rechazaron la invitación en 1960, lo cual plantea problemas de cara a la dimensión europea en la UEO, a lo que hay que añadir que España, Grecia, Portugal y Turquía no son miembros de esta organización.
En su estructura organizativa, la UEO cuenta con el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores; con un consejo permanente en Londres; con una agencia de control de armamentos con sede en París, apoyado por un comité permanente, y con una asamblea consultiva. Sus debates se centran en la armonización de las políticas armamentistas de los países miembros.
Crisis de la CEE
La crisis de la Comunidad Económica Europea (CEE) y la dificultad que le supone a esta organización atender a los problemas de defensa -conceptualmente diferentes de los de seguridad- no cubiertos en el Tratado de Roma han hecho desechar por el momento este marco como foro europeo de cuestiones militares. La CEE no es toda Europa e incluye un miembro -Irlanda- neutral.
Las dificultades europeas en el seno de la OTAN han quedado plasmadas en las reacciones a la instauración de la ley marcial en Polonia, llevando, como apuntan los franceses, a un riesgo de balcanización de Europa occidental. La carencia de una voz auténticamente europea para hablar a Estados Unidos ha desenterrado la vieja teoría de los dos pilares del presidente Kennedy. Francia querría que los "catorce enanos" (pronto quince con España) se pusieran de acuerdo frente al gigante y ofrecieran una alternativa frente a las dos superpotencias.
Defensa occidental
Para Margaret Thatcher, sin embargo, la propuesta francesa no es en estos momentos una buena idea. La potenciación de la UEO podría dividir aún más a la OTAN y acelerar su crisis, corriendo al tiempo el riesgo de alienar a Estados Unidos, "auténtico pilar de la defensa occidental" para los británicos.
Para el Gobierno británico, próximo histórica y coyunturalmente a Estados Unidos, no parece necesaria una auténtica dimensión europea en el seno de la OTAN, y, en cualquier caso, la UEO no resulta la institución adecuada para esta aventura.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.