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El proceso por la rebelión militar del 23 de febrero

Armada pensaba nombrar a Miláns jefe del Estado Mayor del Ejército, según el coronel Ibáñez Inglés

La sesión de la tarde de la causa que se sigue contra los 33 procesados por el intento de golpe de Estado del 23 de febrero, se inició con el interrogatorio del coronel Diego Ibáñez Inglés, segundo jefe de estado mayor de la tercera región militar (Valencia) en aquella fecha, para quien el fiscal pide una pena de quince años y pérdida de empleo. Ibáñez Inglés está acusado de mediar entre Miláns y Armada en la fase conspiratoria de la rebelión militar y de haber redactado el bando con el que se suspendían de hecho los derechos constitucionales en las provincias afectas a la capitanía general de Valencia.

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Al inicio del interrogatorio al que le sometió el fiscal, Ibáñez Inglés reconoció que era amigo íntimo del teniente coronel Mas Oliver, también procesado, pero que no conoció los contactos entre éste y Tejero en las navidades de 1980. También afirmó que nunca antes del 10 de febrero le había hablado Miláns de la existencia en el Ejército de grupos violentos de acción, que estaban disgustados con la situación política española.Sobre la existencia de contactos entre Miláns y Armada, precisó Ibáñez Inglés que el 10 de enero Armada había llegado a Valencia y mantenido una conversación con el general Miláns de algo más de una hora, desde la una de la tarde hasta la hora de la comida. "Según me contó luego Miláns", declaró el coronel encausado, "Armada le dijo que había estado con el Rey en la estación invernal de Baqueira Beret y allí hablaron de la situación española. Yo deduje, que Su Majestad tenía la intención de dar un golpe de timón y por esta fórmula entendí que el régimen iba a seguir con la misma forma política, pero dando al pueblo español garantías de orden y de paz, por todos deseadas".

En línea con esta declaración añadió luego Ibáñez Inglés que Miláns le dijo que Armada había comentado con el Rey la existencia de tensiones en las Fuerzas Armadas, lo que podía producir situaciones no deseadas que deberían ser reconducidas. Aseguro Ibáñez Inglés que creía que el Rey no quería que se produjeran acciones graves en España y que, en todo caso, Miláns y Armada debían estar atentos para informar.

- Fiscal: ¿Informar o intervenir?.

-Ibáñez Inglés: En principio, informar, pero pienso que la situación se agravaba, debería ser reconducida.

Tras declarar que nunca dudó de la palabra de Miláns el procesado afirmó que la reunión celebrada el 18 de enero en la calle del general Cabrera, de Madrid, fue consecuencia de la conversación mantenida en Valencia, el 10 de enero, entre Miláns y Armada. Reconoció que su primera visita a Armada en Lérida se produjo, a instancias de Miláns, para informarle de la reunión del día 18 de enero.

"Le informé a Armada", dijo Ibáñez Inglés, "que en la reunión de Madrid, a la que habían asistido representantes de todos los grupos, se había informado de todo aquello que Armada había autorizado previamente y se quedó que a la próxima reunión, caso de producirse, iría Armada, cuya solución había quedado como la única posible, ya que las demás se congelaron".

Se mantiene el secreto sobre los "grupos violentos"

-Fiscal: ¿Había más grupos que el de Tejero?

-Ibáñez Inglés: Parece ser que sí. Yo sólo sé lo que me dijeron.

-Fiscal: ¿Quiénes estuvieron presentes en la reunión del día 18 en Madrid?.

-Ibáñez Inglés: No lo sé. A mí Miláns no me dijo ni que había ido García Carrés.

-Fiscal: ¿Se acordó en la reunión el apoyo desde Valencia al asalto al Congreso?

-Ibáñez Inglés: Creo que quedó todo congelado. Yo me sorprendí el día 21, cuando se habló de la posibilidad de llevar a cabo el asalto al Congreso.

-Fiscal: ¿Sabe si Miláns dijo que el proyecto de Tejero no sólo estaba estudiado sino incluso iniciado con la compra de los autobuses y los anoraks?.

-Ibáñez Inglés: En absoluto. No lo sé.

-Fiscal: ¿Cuándo se pensaba poner en práctica la solución del general Armada?.

-Ibáñez Inglés: Cuando se tuvieran los apoyos necesarios. Creo que primero tenía que ser nombrado Armada, segundo jefe del estado mayor del Ejército y también tenía que dimitir antes el presidente Suárez.

Armada habla de presidir un Gobierno de coalición

El coronel Ibáñez afirmó que Armada le habló, en la segunda entrevista que mantuvieron, el 3 de febrero, de que presidiría un gobierno de coalición. A Miláns le habían dicho que la solución Armada estaba ya casi hecha y por eso le mandó de nuevo a Lérida para informarle. Ibáñez señaló que vio al general Armada en un despacho particular, no en el oficial, y que Armada no se extrañó en verle por allí porque antes le había llamado Miláns. Estuvo hablando con Armada sólo diez minutos y asegura que fue directamente al grano porque pensó que Armada tenía prisa. El procesado Ibáñez añadió: "Le dije que por el bien de España el Ejército le apoyaría. Armada me respondió: "Sí, he tenido el apoyo de todos los poderes fácticos. Va a ser una difícil papeleta para mí". También me dijo: "Reza a la Virgen de los Desamparados porque la tarea que se me avecina va a ser muy difícil", dijo Armada a Ibáñez Inglés.

El fiscal le preguntó al procesado si había testigos de aquella conversación, a lo que Ibáñez respondió que no. "Sólo estábamos los dos". Luego, también a pregunta del fiscal, señaló que sí había dado cuenta al capitán general de aquella conversación con Armada. "Sí, fué el mismo día y en el despacho del capitán general Miláns del Bosch", dijo el coronel Ibáñez.

A continuación el procesado relató que la tercera visita a Armada la hizo el 16 de febrero y que entró dos veces a su despacho, porque fue interrumpido por una visita que hizo el capitán general de Cataluña, Pascual Gálmes.

Ibáñez declaró que en esa reunión Armada le había dicho que le estaba esperando porque le había avisado Miláns. "Me contó que existía la idea de sustituir al presidente del Gobierno y que iba a ser presidente Calvo Sotelo, ministro de Defensa sería Alberto Oliart y Gutiérrez Mellado dejaba la vicepresidencia primera para Asuntos de la Defensa. Armada afirmó que estaba muy contento de cómo estaba la situación".

"No crea que son chismes lo que cuento"

En ese punto del interrogatorio se desarrolló el siguiente diálogo entre el declarante y el fiscal:

-Coronel Ibáñez (dirigiéndose al fiscal): Mi general, no crea usted que son chismes lo que le estoy contando.

-Fiscal: No. Si yo creyera que son chismes no se lo hubiera preguntado.

-Ibáñez: Tampoco crea que estoy contando deslealtades. Tal y como han sido las cosas creo que es mi deber contar esto.

El coronel Ibáñez volvió a tomar el hilo del relato y aseguró que Armada le había dicho que su idea era colocar a Miláns como Jefe del Estado Mayor y al preguntarle qué iba a hacer con Gabeiras respondió que, en su opinión, la sustitución de Gabeiras no era una deslealtad y que por el bien de España tenía que estar en ese puesto. Luego el fiscal le preguntó si eso que estaba contando Ibáñez se refería a cuando Armada fuera presidente del Gobierno, a lo que el procesado respondió: "Bueno, sí. Quería llevar a la Junta de Jefes de Estado Mayor a personas adictas a su Majestad".

La segunda parte de esa entrevista duró aproximadamente media hora, y en ella se comentó sobre otras carteras ministeriales y se hicieron comentarios acerca de la visita del Rey a las Vascongadas. De esa conversación Ibáñez dio cuenta a Miláns ese mismo día cuando regresó a Valencia.

-Fiscal: ¿Conocía usted el plan de Tejero?.

-Ibáñez: No. Nos dijeron que a Tejero le estaban empujando. Creo que el proyecto era entrar en el Congreso para paralizar en cualquier momento la actuación del mismo. Yo entendí que había un director superior y que esta misión la había transmitido Armada en la conversación del día 10 y la había confirmado el día 22 en la conversación telefónica de las cinco de la tarde.

-Fiscal: ¿La toma del Congreso era "el detonante de gran magnitud"?.

-Ibáñez: No, no entendía que eso era el gran detonante, sino que Tejero hizo lo que le correspondía y los demás hicieron también lo que les correspondía.

Conversaciones Miláns-Armada

Ibáñez Inglés dijo, a preguntas del fiscal sobre las conversaciones entre Miláns y Armada, que a primera hora de la mañana del día 21, había hablado con Armada y que esa mañana le iban a decir el nombre del enlace. También manifestó que Armada le indicó que no le llamara Miláns a él sino que él llamaría a Miláns. A los diez minutos, según el relato de Ibáñez, sonó el teléfono, yo lo descolgué porque tengo costumbre de hacerlo, se puso Armada y yo le pasé el teléfo-

Armada pensaba nombrar a Miláns jefe del Estado Mayor del Ejército, según el coronel Ibáñez Inglés

no a Miláns, quien tiene por costumbre cuando quiere que el resto de los presentes se enteren de lo que está hablando repetir qué es lo que está diciendo su interlocutor, en ese caso Armada.Era una conversación hilvanada y tengo casi la certeza -continúa Ibáñez- de que el que estaba al otro lado era Armada. Miláns le preguntó si conocía a Cortina y Armada contestó que sí. Después le preguntó si iba a ver a Tejero esa misma noche y Armada contestó también que sí. Además le dijo que estaría acompañado por Cortina. A preguntas del fiscal, Ibáñez manifestó que no le quedaba ninguna duda de que Armada pensaba ir a la reunión con Tejero y afirmó que "desde luego no creo que Miláns mienta".

Ibáñez manifestó también que poco antes de las 17.00 horas del día 22, cuando ya estaba en la puerta del despacho de su hijo, vio venir a un grupo formado por Miláns, Mas y Pardo Zancada, quienes subieron a la casa. A los diez minutos sonó el teléfono, descolgó personalmente el auricular, saludó a Armada y le pasó el teléfono a Miláns. La conversación discurrió igual que el día anterior; Miláns repetía lo que Armada decía. En esa conversación se ratificó la directiva del mando superior, es decir, según Ibáñez, que el Rey mandaba la operación. También en esa conversación, Armada les indicó que a las 18.00 horas del día 23 estaría en la Zarzuela.

Ibáñez Inglés manifestó, asimismo, que la iniciativa de llamar a Torres Rojas partió de Miláns y que le conocían porque había asistido a la reunión del 18 de enero en la calle del general Cabrera. Ibáñez afirmó, también a preguntas del fiscal, que Miláns apoyaba la operación de Tejero y admitía la toma del Congreso.

En cuanto a los sucesos ocurridos el día 23 de febrero de 1981 en la III Región Militar (Valencia), el coronel procesado dijo que Miláns tuvo la preocupación de evitar disturbios en su región e indicó que había programada una "alerta roja" aprobada desde enero, así como la operación Turia, consistente en la protección de jefes y oficiales y acordada en función de una noticia recibida en Capitanía, procedente del CESID. A la pregunta de qué clasificación tenía la noticia del CESID, Ibáñez Inglés contestó que la C-3, cuyo significado es "fuente suficientemente segura". A la pregunta del fiscal sobre si tenía algún modelo para elaborar el bando, Ibáñez indicó que tomó como modelo la declaración de guerra del general Mola en 1936.

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