Department-S, luchando con el sonido

Según parece, Madrid está dispuesta recoger cuanto éxito mencir se produzca en Inglaterra. Lo cual está muy bien y es la razón por la que Department-S vinieron al Carolina para animar el pasado fin de semana. Es muy cierto que dicho club posee unas características acústicas sólo comparables a la calidad de sus caldos (es consejo debido animar a la gente a consumir sólo bebidas de chapa), por lo que toda actuación se convierte allí en una aventura de final ignoto y de escucha cuestionable. Algo que debiera servir para aplicar disinto rasero a los eventos que allí se celebran. O a mejorar el equipo y estudiar la acústica, que tampoco sería mayor locura.Department-S es un grupo que el aílo pasado sacó un par de singles indiscutiblemente animados y que por esa misma razón acertaron a trepar por las listas (con cierta moderación, eso sí). Lo que hacían es lo que hiceron en el Carolina, algo que nos llegó por medio de la intuición más que de la escucha propiamente dicha. Es una mezcla rara y efectiva entre una pulsación funky, la aceleración propia del ska, y la energía y el sonido de gente como los Clash. Tenían de bueno que el público se encontrara a altas horas de la madrugada con una música capaz de levantar ánimos decaídos.

Según afirma una hoja de promoción, el grupo se encuentra grabando su primer elepé, siendo el objetivo de este trabajo "lograr una rápida ascensión en los charts, persiguiendo también una fama duradera". Lo enternecedor de Department-S es que el público español puede oir y valorar lo último que se produce en los centros generadores de la música moderna, sin esperar una consagración que no necesariamente se produce por la valía, la originalidad o la sinceridad de los protagonistas. Department-S es un buen grupo que tal vez acabe en las alturas o se pierda en el abismo. Quienes les vieron sabrán recordarles.