La pacificación del país, eje de la campaña electoral

El Ejército ocupa desde ayer las calles de Bogotá, aún más que en días anteriores. La circulación de motos está prohibida hasta el jueves y durante las horas de votación, de seis de la mañana a seis de la tarde, han sido cancelados los vuelos nacionales y la circulación interurbana se sanciona hasta con noventa días de arresto.Con esta medida se trata de evitar el tráfico de papeletas de voto de un pueblo a otro, lo que revela la desconfianza de las autoridades en la tinta imborrable con que se mancha el dedo índice del votante. Pero sobre todo se intenta evitar posibles acciones terroristas. Dados los métodos expeditivos del Ejército, todo vehículo no oficial que se aventure hoy en la carretera se expone a ser tiroteado.Colombia espera las elecciones en una tensa calma. En las últimas 48 horas, un policía fue muerto a tiros en Santa Fe de Antioquía y varios más heridos. Siete autobuses fueron destruidos en Cal¡ por bombas incendiarias, el M-19 ocupó una emisora para lanzar consignas antielectorales, dos bombas hicieron explosión en I>edeira, otra más en la sede de Gobernación de Santander y un hacendado fue secuestrado por el Ejército de Liberación Nacional.

Los periódicos nacionales concluyen que nada excepcional ocurrió sobre la cuota diria de sucesos. La policía admite que más de veinte personas están secuestradas en el país, en manos de la guerrilla, de la mafia del narcotráfico o de grupos de extrema derecha. En medio de este paisaje de violencia, resulta lógico que la pacificación del país se haya convertido en uno de los ejes electorales.

El diario El Tiempo admitía ayer que unos 5.000 hombres se encuentran aún alzados en armas. Adjudicaba 3.000 al M-19, surgido de un supuesto fraude electoral que Anapo sufrió en 1970, y otros 2.000 a los demás grupos guerrilleros. Añadía a esta cifra otros 5.000 abiertos simpatizantes.

Una encuesta reciente revela que una negociación gubernamental con el M- 19 para lograr la paz sería apoyada por el 77% de los colombianos. Todo parece indicar que los dos candidatos liberales, Luis Carlos Galán y Alfonso López Michelsen, podrían llevarla a cabo, aunque con mayores prevenciones por parte de este último, que promete nuevos equipamientos para el Ejército.