Venezuela pide a la OEA que condene las maniobras de la OTAN en el Caribe
Las maniobras aeronavales de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que se están desarrollando en el Caribe, han incitado al Gobierno venezolano a solicitar una reunión extraordinaria del Consejo permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) con el propósito de conseguir una condena del ejercicio militar por parte de los países del hemisferio.
El secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, se esforzará, por otra parte, a partir de hoy en Nueva York, en convencer a sus homólogos canadiense, venezolano, méxicano y colombiano que se asocien al plan norteamericano de ayuda al Caribe, con el que Washington intenta estabilizar la situación política y económica de la región, informaron ayer fuentes diplomáticas.
'Grupo de Nassau'
Los responsables de la díplomacia de los cinco países mencionados se reunirán hoy en Nueva York en el marco del llamado "Grupo de Nassau", constituido en las Bahamas en julio de 1981, para estudiar los problemas de seguridad y desarrollo del Caribe.Venezuela logró ayer que el "brazo político" de la OEA convoque urgentemente a los 32 embajadores acreditados ante la organizacíon. El embajador venezolano en Washington, Hilarión Cardozo, calificó de "poco oportuna e inconveniente" la presencia de soldados, barcos y aviones de la OTAN en el Caribe.
En años anteriores la OEA declaró el Caribe como zona de paz, y ahora Venezuela, con esta iniciativa, intenta preservar esta situación y evitar que la zona se convierta en teatro de conflictos y confrontación entre las dos superpotencias.
Un total de 10.000 soldados, 30 barcos de guerra y 80 aviones de Estados Unidos, Gran Bretaña, República Federal de Alemania, Canadá, Holanda y Bélgica realizan, desde hace una semana y durante 19 días, maniobras en el estrecho de Florida y en el golfo de México, cerca de las costas cubanas.
Al margen de la reunión del "grupo de Nassau", Alexander Haig continuará sus reuniones, iniciadas el sábado 6 de marzo en Nueva York, con el ministro mexicano de Relaciones Exteriores, Jorge Castañeda, sobre el plan de pacificación para Centroamérica dado a conocer en Managua por el presidente mexicano, José López Portillo hace varias semanas.
El plan norteamericano prevé una serie de medidas para mejorar la economía de los 19 países no comunistas de América Central y del Caribe, cuya población total supera los 39 millones de habitantes.
La principal novedad de este plan consiste en proponer la creación de una zona de libre cambio que suprimirá los derechos de aduana en Estados Unidos para los productos de todos estos países excepto los textiles.
Este programa económico de cinco puntos incluye una ayuda en materia de créditos que asciende a 350 millones de dólares (3.5.000 millones de pesetas) al sector privado de los seis países más pobres. El Salvador recibirá unos 115 millones de dólares.
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