Armada insiste en negar su implicación en la rebelión militar del 23-F

La duodécima sesión del juicio contra los procesados por la rebelión militar del 23 de febrero transcurrió íntegramente con los interrogatorios de los generales Milans y Armada. Este insistió en negar sistemáticamente la larga lista de acusaciones contra su persona que se derivan de las declaraciones prestadas el lunes y ayer, martes, por el ex capitán general de Valencia. Si Milans se escuda en Armada, y a través de él en el Rey, para justificar su actividad conspiratoria y su actuación durante los días 23 y 24 de febrero, el ex segundo jefe del Estado Mayor del Ejército declara que "no recuerdo que los Reyes me hayan hecho confidencias de ningún tipo en Baqueira, ni tampoco que las transmitiera a Milans".El ex capitán general de Valencia afirma que esa supuesta conversación de Armada con el Rey era para él como "un artículo de fe", y que ello determinó toda su conducta. Armada le devolvió la cortesía al afirmar que si él había aceptado la sugerencl a que le hizo Milans de presidir un Gobierno fue porque venía de "un teniente general al que respeto y quiero muchísirno". Esta referencia de Armada a Milans fue reída por los observadores militares presentes en la sala donde se desarrolla el Juicio.

Milans, cuyo interrogatorio por los defensores de otros acusados en esta misma causa ocupó parte de la mañana de ayer, efectuó declaraciones dignas de ser resaltadas. Explicó, entre otras cosas, que la presencia de Torres Rojas en la conspiración era debida a que se pensó que tenía ascendencia sobre los "grupos violentos del Ejército". En la sesión del lunes se había justificado la presencia de Torres Roj as en la Acorazada por el prestigio que se le atribuía entre los jefes y oficiales de la DAC.

Armada, por su parte, niega haber autorizado la utilización de su nombre o el del Rey para respaldar la operación golpista; niega que haya existido la llamada operación Armada, de la que hace responsables a los periodistas, y,afirma que nunca participó en ninguna reunión clandestina ni habló de alterar el orden constitucional. En consecuencia niega haber conocido la operación de la toma del Congreso. Igualmente niega haber dicho que en el momento del asalto estaría en la Zarzuela.

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