Protestas de los profesores de magisterio contra la LAU

Profesores agregados de varias escuelas universitarias del Magisterio han iniciado una huelga de protesta contra el contenido del artículo 58 del proyecto de ley orgánica de Autonomía Universitaria, que permite a los diplomados por las escuelas universitarias acudir a los concursos de habilitación para el ingreso en el cuerpo de profesores agregados de las mismas.

Los profesores de las escuelas de Magisterio de Madrid han convocado una asamblea de carácter estatal, que tendrá lugar mañana, en la Escuela Pablo Montesinos. De dicha asamblea se espera que salga una actitud unitaria ante la LAU en este aspecto concreto, puesto que algunos agregados se encontraban ya en huelga con anterioridad al dictamen de este artículo por la Comisión de Educación del Congreso, que concluyó sus trabajos sobre la LAU el jueves de la pasada semana.En unos casos, dicha huelga se debía a la solidaridad de los agregados con las reivindicaciones de los profesores no numerarios, y en otros, como es el caso del profesorado de Huelva, el paro representaba el rechazo a todo el contenido del artículo 58 y no sólo al apartado tercero del mismo.

Dicho apartado establece que «podrán, concurrir a las pruebas de habilitación de profesores agregados de escuelas universitarias los españoles con título de licenciado, ingeniero o arquitecto y tres años de experiencia docente o investigadora. En las materias de especialización profesional que reglamentariamente se determinen, previo informe del Consejo de Universidades, podrán participar también los titulados universitarios de estas escuelas, cuando acrediten tres años de ejercicio profesional docente».

Esta cláusula de la LAU, según la interpretación de las fuentes ministeriales consultadas por este periódico, tiende a posibilitar la integración en los actuales cuerpos docentes de escuelas universitarias técnicas a antiguos profesores de determinadas materias, de carácter práctico en la mayoría de los casos, y a quienes la ley general de Educación había dejado en una situación de indefinición jurídica, al no prever la integración en dichos cuerpos con otras titulaciones que las de licenciado, ingeniero o arquitecto.

Aunque de esta interpretación parece desprenderse que el artículo no está pensado para el caso concreto de los maestros, los profesores agregados de las escuelas de Magisterio piensan que no hay nada en la redacción del artículo que permita pensar lo contrario, y que «no tiene sentido degradar a un cuerpo para atender situaciones particulares». Fuentes de los profesores en huelga han manifestado que, aunque este apartado del artículo 58 estaba en las anteriores redacciones que ha tenido la ley, «se nos habían dado toda clase de seguridades de que se iba a modificar en el último trámite, por lo que nos sentimos lisa y llanamente engañados».

Precisaron estos profesores que ellos no se oponen a que se contemplen en la ley todas las situaciones particulares, pero que esto no debe hacerse a costa de otros colectivos. En este sentido, piensan que debió buscarse una fórmula que permitiese la contratación como profesores permanentes de todos aquellos que se encuentran en situación especial, pero en modo alguno posibilitando su acceso a cuerpos para los que se ha exigido otro tipo de titulación.

Esta era la fórmula concreta que los profesores de las escuelas universitarias de Magisterio habían propuesto a los diversos grupos parlamentarios.