La CSCE recurre al día de 48 horas

En la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) de Madrid se ha conseguído fabricar un día con 48 horas. Los delegados de los 35 Estados participantes interrumpieron la sesión plenaria del pasado viernes día 5 a las 4,20 horas del día 6, "para tomar café" hasta las 11,00 horas del lunes 8. Pero este día será oficialmente 5 de marzo y los delegados asistirán a la "reanudación" de la sesión plenaria del viernes. La situación fue calificada por algunos delegados como "absurda y surrealista" durante la madrugada de ayer.Las posiciones entre los países occidentales y aquellos de obediencia soviética siguen siendo irreconciliables, lo que provoca el callejón sin salida en la CSCE, que se rige por el consenso para alcanzar el más mínimo de los acuerdos, incluidos los programas de trabajo semanales, lo que ha causado este nuevo estancamiento de la Conferencia.

Se trata de mantener las posiciones firmes por ambas partes y cada cuál trata de sacar ventaja tanto del eventual aplazamiento como de la prolongación de la Conferencia de Madrid. Los occidentales consideran el aplazamiento como la fórmula ideal de demostrar que soviéticos y polacos han incumplido el Acta de Helsinki. Moscú, al contrario, cree obtener ventaja por cada semana que se prolonga la CSCE .

La absoluta falta de consenso hace presagiar una prolongación de la Conferencia hasta su "interrupción natural" en las vacaciones de Semana Santa y su reanudación a finales de abril o primeros días de mayo, lo que provocaría un problema organizativo en la sede de la asamblea, el Palacio de Exposiciones y Congresos de Madrid, donde ]a organización del campeonato de fútbol comenzará sus trabajos a gran escala.

Algunas informaciones señalan que han comenzado los contactos para trasladar la sede de la CSCE a un hotel madrileño. Otras fuentes indicaron que la localización de una nueva sede no es un problema, sino la instalación de los delegados, algunas de cuyas plazas hoteleras están comprometidas.

Hace semanas se estudió la posibilidad de trasladar la CSCE fuera de Madrid, a lo que se opusieron al menos ocho países, entre ellos EE UU y la URSS, porque mantienen contactos con sus gobiernos mediante una determinada frecuencia de radio, que utilizan en sus embajadas en la capital española.