Murió el pintor superrealista Félix Labisse
Ha pasado prácticamente inadvertida en este país la muerte del pintor francés Félix Labisse (nacido en Dovai en 1905 y fallecido recientemente en su país). Labisse era uno de esos artistas que, como Clovis Trouille o Leonora Fini, desde posiciones de interés muy diverso, gravitaron en tomo a la influencia superrealista, pero sin adoptar globalmente los presupuestos del movimiento ni pertenecer a él formalmente.En 1923 se instaló en la ciudad belga de Ostende, donde frecuentó los círculos artísticos. Su condición de discípulo de Ensor y amigo del dramaturgo Michel de Ghelderode nos da ya la clave de un interés temprano por lo fantástico. De esta época data también su vinculación a la revista de vanguardia Tribord, de la que fue redactor jefe.
Diez años más tarde, instalado en París, se interesó por las actividades del grupo superrealista y mantuvo estrecho contacto con algunos de sus miembros, lo que tendrá una influencia decisiva en su pintura. En ella le interesa particularmente el tema de la metamorfosis, dando origen a una serie de personajes híbridos en los que lo humano se entrelaza con elementos animales y vegetales. Otro componente decisivo es su particular visión del erotismo, inclinado a lo cruel, con cuerpos femeninos a los que se les ha escamoteado el rostro y las extremidades, y que destilan una sexualidad que Xaviere Gauthier define como "lejana y congelada".
Junto a su creación pictórica desarrolló una intensa labor como escenógrafo, disciplina de la que fue incluso profesor en la Ecole des Arts Decoratifs. Con ello traducía tal vez ese sentido eminentemente teatral que Desnos atribuía a su pintura. De una treintena de realizaciones en este campo cabe destacar su estrecha y reiterada colaboración con Barrault, sus trabajos para ballets de Roland Petit, Lifar y el marqués de las Cuevas, y un montaje para la ópera Fausto, de Gounod.
Del particular universo de Labisse y de los amores que lo formaban puede darnos una idea su lienzo La matinée poétique. En él el pintor comparte una tertulia con Apollinaire, Barrault, William. Blake, Desnos, Jarry, Picasso y el marqués de Sade.
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