Fernando Zóbel explica la intensidad de su última pintura
Fernando Zóbel ha vuelto a exponer en Madrid (en las galerías Theo y Cellini) después de cuatro años de ausencia de las salas de la capital. Ahora, ante sus nuevos cuadros, asegura que jamás había pintado con tanta intensidad como en estos últimos dos años.Durante estos últimos cuatro años, el pintor ha hecho "muchas cosas. Cuando se pasa de los cincuenta, cuatro años es bastante tiempo. Además, ha habido por medio una enfermedad bastante grave de la que ya estoy recuperado. Y no sólo salí de ella con más ganas de pintar que nunca, sino que he pintado con mayor intensidad en estos dos últimos años que en los veinte anteriores".
El tema base, la excusa de esta exposición es un paisaje fluvial. ¿Qué relaciones mantiene su pintura con la realidad? "En esta ocasión, y casi por primera vez, mucha", dice Zóbel. "Pese a la monocromía de mi anterior exposición, yo he trabajado a menudo en problemas de color, pero siempre en un sentido abstracto. Se ha comentado de estos últimos cuadros que en ellos hay mucha naturaleza. Efectivamente, el punto de partida es el extrañísimo río Júcar a su paso por Cuenca, donde se plantean juegos de color de los que no conozco un caso semejante. Pero no deja de ser un pretexto. Lo que me ha interesado es tratar de averiguar por qué determinado color me llamaba poderosamente la atención. Ante un color natural, un pintor tiene dos opciones, o reproducirlo exactamente o mentir, estableciendo toda una relación que lo sugiera. Esta vez he optado por lo primero y eso es lo insólito. Tras una atenta observación, he copiado ese color como un pintor de paredes copia una muestra. Después, como es imposible añadir un segundo color real y mantener una relación correcta, lo he rodeado de colores abstractos que lo pongan en valor, que lo subrayen".
En la pintura de Zóbel hay un cierto enamoramiento, un parentesco de sensibilidad con lo oriental. "Eso suele decirse, pero yo no estoy tan seguro", comenta él. "No cabe duda de que si uno ha ejercido la profesión de catedrático de arte chino es porque le gusta. Pero, para mí, la pintura china es algo tan definido, donde tienen importancia tantas cosas, que ni siquiera intento hacer en mi pintura, como la velocidad del trazo o los ritmos, que no veo tan claro ese lado oriental".
Caligrafía
"Yo estudié caligrafía durante un par de años, pero lo dejé al notar que me creaba cierta inclinación hacia el trazo oriental, mientras que, para mi uso particular, me interesa mucho más el tipo de línea de los dibujos del barroco europeo. Valga la frase, aunque la digo con bastante rubor, pero me siento más cerca de Rembrant que de cualquier pintor chino".Ese empleo de la caligrafía, que en las acuarelas es muy suelto, está mucho más contenido en su pintura, sin ese gesto violento de cierta pintura americana. "Ese es mi método de trabajo. En las acuarelas y dibujos pongo todo cuanto me ha llamado la atención, del modo más rápido y claro posible. Pero en el proceso de pintar voy eliminando cuanto sobra. Mis cuadros son, creo, bastante sencillos; no quiero que haya nada en ellos que distraiga."
Babelia
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