Argel cree que se aleja la posibilidad de un alto el fuego

Las decisiones adoptadas por el comité especial de la Organización para la Unidad Africana (OUA) sobre el Sahara occidental han sido acogidas con bastante tibieza en Argel, donde se estima que el rechazo de Marruecos a negociar con el Frente Polisario impide toda posibilidad de llegar a un alto el fuego en la ex colonia española.El presidente argelíno, Chadli Benjedid, que abandonó Nairobi antes de concluir los debates de la minicumbre africana, integrada por los presidentes de Kenia, Guinea, Tanzania y Nigeria, el vicepresidente de Sudán y los ministros de Asuntos Exteriores de Sierra Leona y Malí, reveló ayer que no había presentado ningún proyecto preciso en la conferencia y se había limitado a exponer los puntos de vista argelinos en torno a una solución definitiva del problema.

Lo acordado por el comité se vislumbra con tonos pesimistas en Argel, donde se considera que este organismo se encuentra en una fase difícil, al no haber logrado sentar a una misma mesa al Polisario y Marruecos, y no poder fijar una fecha para la proclamación del alto el fuego.

Si bien el presidente de la OUA, Daniel Arap Moi, ha recibido el encargo de negociar con las partes interesadas para crear las condiciones de un alto el fuego y la organización de un referéndum, se duda aquí que el Frente Saharaui acepte ese tipo de negociación indirecta con los marroquíes, lo que debilitaría políticamente a los independentistas.

La reticencia del comité de sabios a nombrar expresamente al Polisarlo, a título de parte implicada, a pesar de haber requerido la presencia del secretario general del Frente Saharaui, Mohamed Abdelaziz, tampoco complace excesivamente en Argel. Esa prudencia del presidente Arap Moi se justifica por el deseo de no originar las iras de Marruecos, pero al propio tiempo se estima que actuando de esa manera la OUA asume una grave responsabilidad, en la medida en que la meta de la paz definitiva en el Sahara occidental parece alejarse.

Los ministros de Asuntos Exteriores de los países miembros del comité habían preconizado que las partes presentes en Nairobi fueran citadas, sin exclusión, pero la minicumbre no lo consideró oportuno.

El comité había propuesto por primera vez desde su creación, una negociación directa entre saharauis y marroquíes, para definir la fecha de un alto el fuego, pero esa iniciativa no pudo materializarse debido a que la delegación marroquí reiteró que no reconoce al Polisario y no negociará sino con Argelia y Mauritania.

Bucetta subrayó, además, que Marruecos no retirará sus tropas ni su administración civil del territorio saharaui, como había sido propuesto por el memorándum preparado por los ministros. Las dos propuestas satisfacían lo esencial de las reivindicaciones del Polisario.

En Argel no se descarta tampoco que la obstinación marroquí a negar la existencia del Polisario se ha visto reafirmada gracias al apoyo militar y político que otorga a Rabat el ejecutivo norteamericano. El Frente Saharaui centró su intervención en Narobi, en el riesgo de internacionalización del conflicto, a partir de la posición de EE UU y el rechazo a acallar las armas si no es a través de conversaciones directas con Rabat.