El ataque de Moscú al PCI provoca fuerte conmoción en la vida política italiana
La excomunión pronunciada por la URSS contra el Partido Comunista italiano (PCI), el más importante de Eropa occidental, ha provocado un verdadero terremoto en la política interior italiana. Las direcciones de todos los demás partidos se están reuniendo frenéticamente, y la hipótesis de que se celebrará elecciones anticipadas ha que dado, por el momento, totalmente desechada.
La revista Panorama salió ayer a la calle con este título: "PCI y PSI, en un solo partido". La unión de socialistas y comunistas fue la famosa y revolucionaria propuesta formulada por el líder histórico del PCI, Giorgio Amendola, en 1964. Hoy la vuelve a proponer el líder histórico de la izquierda socialista, Francesco de Martino, ex secretario del partido.
El secretario general de la Democracia Cristiana, Flaminio Piccoli, ha declarado en una entrevista que la ruptura de los comuistas italianos con Moscú abre "una nueva y gran perspectiva para la democracia en Italia".
Pero, en realidad, en este momento, el problema más grave se plantea para los democristianos y los socialistas. Para la izquierda de la Democracia Cristiana, porque esperaba establecer un pacto de hierro con los socialistas para dejar a los comunistas fuera del Gobierno. Y para los socialistas, porque se han quedado entre la espada y la pared.
Los planes de Craxi
Todos los planes de Bettino Craxi para crear un partido socialista fuerte y autónomo, en la línea de las socialdemocracias europeas, se le pueden desmoronar. ¿Se acercará Craxi a los comunistas? ¿Aceptaría, por ejemplo, la presidencia del Gobierno estando respaldado por los comunistas? En este caso, ¿no se plantearía otra vez el peligro de que el partido comunista, con su enorme fuerza electoral, acabe desangrando a los socialistas y convirtiéndose en el verdadero Partido Socialista italiano?El viernes se reúne la dirección socialista y se espera con interés un importante documento que revelará cuál es la posición de Craxi en este momento.
De momento, la hipótesis sobre una inminente convocatoria de elecciones anticipadas se ha quedado en agua de borrajas porque, paradójicamente, en este momento, a pesar de la crisis polaca, podría fortalecer sobre todo a los comunistas, ya que se presentarían a ellas con el efecto psicológico provocado por la excomunión soviética.
Ya se empieza a sondear qué es lo que piensa en este momento la Administración de Estados Unidos acerca de un partido comunista como el de Berlinguer, que ha roto con Moscú.
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