En Roma se considera que las relaciones entre el PCI y el PCUS han alcanzado un punto crítico

"Se nos ha acusado de sacrilegio y hasta de blasfemia. Estamos en el mundo de la teología, y no en el de la razón", ha declarado, de acuerdo con Enrico Berlinguer, Giancarlo Pajetta, responsable de la política exterior del Partido Comunista italiano, después de haber conocido el duro ataque de Moscú a su partido. Y ha añadido: "Nadie puede excomulgarnos, porque no existe un Vaticano comunista".Lo cierto es que los comunistas italianos no se esperaban una reacción tan furiosa de la Unión Soviética. "Es un texto lleno de injurias y de mala fe", han afirmado los responsables del PCI, quienes ayer publicaron el texto íntegro del artículo de Pravda, acusando al mismo tiempo al Partido Comunista de la URSS de no haber hecho ellos lo mismo con el documento de los comunistas italianos, "desinformando de este modo a las fuerzas laborales de la Unión Soviética".

Hoy, L'Unitá, órgano del partido, publicará la respuesta oficial ya anticipada por las declaraciones de Pajetta. Esta vez, el Partido Comunista, a pesar de que ha dicho "nosotros responderemos como comunistas italianos y no con un lenguaje agresivo", ha sido más duro que nunca con sus compañeros soviéticos.

Recordando a Togliatti, Pajetta ha dicho que "la unidad es posible sólo en el respeto de la diversidad", y ha añadido: "Por lo que se refiere a nuestro partido, estamos dispuestos a defender esta diversidad contra quien sea y cueste lo que cueste". Más aún, Pajetta ha llegado a decir que "esta posición de Moscú demuestra que no nos hemos equivocado cuando hemos hablado de política de potencia de la Unión Soviética. Al contrario, hay que hablar de prepotencia".

Pero ha matizado: "Sin embargo, si las fuerzas del imperialismo piensan que les vamos a dar una tregua porque en Moscú nos acusan tan duramente, nosotros les desilusionaremos". L'Unitá consideraba ayer oficial el artículo de Pravda porque "no estaba firmado", y añadía: "Es una manifestación más de un método no nuevo, usado ya en el pasado por el PCUS con otros partidos comunistas, un método que nosotros hemos rechazado siempre y que constituye precisamente una de las razones -y no pequeña- de nuestra crítica al modelo soviético de socialismo".

Las primeras reacciones en el mundo político romano son de que, por lo que se refiere a la URSS, con los comunistas italianos se ha llegado a la frontera de una verdadera excomunión, como pasó con Yugoslavia o con China. Y que esto podría ser el primer paso decisivo para desbloquear la política italiana, paralizada por la eterna y hasta ayer irresoluble cuestión comunista. Esto ha impedido siempre un recambio de las viejas formas de poder que se arrastran desde hace casi cuarenta años, y en las que siendo el partido comunista la segunda fuerza electoral del país nunca ha podido participar directamente en el Gobierno.