Caracas y Managua, al borde de la ruptura diplomática

Las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Nicaragua se encuentran al borde de la ruptura.Al mismo tiempo que el Ministerio de Asuntos Exteriores nicaragüense ratificaba oficialmente que cuatro diplomáticos venezolanos tomaron parte en un compló contrarrevolucionario, consistente en el asesinato de varios dirigentes sandinistas, en la destrucción de la cementera nacional y de la refinería de Managua, Venezuela hacía pública ayer una durísima nota de protesta, y fuerzas de seguridad venezolanas rodeaban la Embajada nicaragüense de Caracas, realizando una acción insólita dentro de los usos diplomáticos internacionales.

A lo largo de un día, la representación diplomática permaneció totalmente aislada, sin que la policía permitiera la entrada o salida de personas.

Pese a las precisiones nicaragüenses, que apartaban al Gobierno de Caracas de estos hechos y que ya fueron dadas la pasada semana de viva voz al presidente venezolano, Luis Herrera Campins, por el ministro nicaragüense de Asuntos Exteriores, Miguel d'Escoto, esta denuncia ha provocado una repentina congelación de las relaciones entre los dos países, situándolas al borde de la ruptura.

La nota nicaragüense se ratifica en las acusaciones, declarando probada la participación en el compló de José Aníbal Palacios, segundo secretario de la Embajada de Venezuela en Managua; del coronel Pedro Antonio Sánchez Rivero, agregado militar; del también coronel Hugo Pernia, agregado de la fuerza aérea y de Edgar Escobar, agregado comercial en la Embajada de Venezuela en Costa Rica.

La implicación de todos ellos habría quedado demostrada por las declaraciones de William Baltodano y Julio González Ferrón, este último agente de los servicios de información militar de Venezuela.

Los conspiradores se reunían en una casa propiedad de la Embajada.

El Ministerio nicaragüense de Exteriores reconoce, sin embargo, que se trata de una acción desconocida por el Gobierno de Caracas, y reitera su voluntad de mantener estrechas relaciones con este país, que hasta ahora ha sido uno de los aliados de Nicaragua en el continente americano, pese a las diferencias ideológicas evidentes que existen entre los dos Gobiernos.