La CEE rechaza el régimen transitorio de pesca propuesto por España

La Comunidad Económica Europea (CEE) rechazó ayer la proposición española de un régimen transitorio de cuatro meses para los pesqueros que faenan en sus aguas, mientras se discute con calma el acuerdo pesquero hispanocomunitario desde ahora y hasta la adhesión de nuestro país al Mercado Común. Dado que la oferta de la CEE es inaceptable, desde el punto de vista español, las conversaciones han quedado suspendidas hasta fin de mes (probablemente hasta el día 25). Los cuatrocientos barcos que faenan normalmente en aguas de los diez continuarán amarrados en sus puertos, al igual que un centenar de barcos artesanales que realizan su pesca de bajura en el golfo de Vizcaya.Mientras que esta situación de inactividad pesquera se prolongue el Gobierno español tiene intención de seguir bloqueando las licencias de importación de merluza fresca procedente de los países miembros de la CEE, y muy especialmente dé Francia.

La negociación hispano-comunitaria sobre pesca, que desde 1978 se lleva a cabo con grandes dificultades, se ha endurecido aún más este año. La CEE, basándose en el acuerdo-marco que firmó España y que establece una regresividad en las cuotas y licencias que disfrutarían los pesqueros españoles, intenta imponer reducciones que, a juicio de los españoles, son demasiado fuertes. En 1980 España obtuvo 168 licencias para las capturas de merluza, en 1981 se redujeron a 142 y este año pretenden los comunitarios conceder sólo un centenar.

"Nosotros estábamos dispuestos a aceptar su propuesta (9.000 toneladas de merluza y un centenar de licencias), pero sólo durante cuatro meses, hasta abril, y sin admitir en absoluto que se contabilicen las capturas que realiza la flota de bajura", explicó el subsecretario de Pesca, Miguel Aldasoro, jefe de la delegación española que intentó negociar en Bruselas. "Es como si me obligan a salir a un balcón cuando hay 20 grados bajo cero. Puedo aceptar salir diez minutos, pero no cuatro horas. Lo que nos ofrece la CEE es de pulmonía segura", añadió,

La delegación comunitaria está presidida por un danés, Mogen Marcussen, que es sólojefe de división, cuando habitualmente solía dirigirlas el director de Pesca, Raymond Simonet. Simonet alega estar enfermo (padeció reciente mente un ataque, cardiaco), pero lo cierto es que las conversaciones hispano-comunitarias son aún más dificiles con un delegado de la Comisión Europea que carece prácticamente de poder de decisión o de iniciativa, y que no parece tener ninguna influencia sobre los países miembros.

Desde el punto de vista de a CEE, esta circunstancia favorece sus intereses, porque los negociadores españoles tropiezan con un muro que repite incansablemente las instrucciones recibidas, sin ofrecer salidas de recambio. Por este motivo, entre otros, los españoles han optado por reclamar una suspensión y dar tiempo a que cada país miembro recapacite la ayuda de enviados especiales del Gobierno español a determinadas capitales europeas.