Colombia cierra su consulado en Alicante por un asunto de trata de niños
La clausura oficial del consulado de Colombia en Alicante por las autoridades colombianas, como consecuencia de la trata de niños de aquel país en España ha llegado cuando ya no se efectuaba en él ningún tipo de trámites consulares. Poco antes de navidades, el cónsul de Colombia, en Alicante, Alfonso Cabal, abandonó esta ciudad para dirigirse al país latinoamericano, donde se encuentra en la actualidad, pero, desde hace algunos meses, el consulado al frente del cual se encontraba ya no desarrollaba ninguna actividad.De hecho, y desde hace aproximadamente un mes, todos los trámites consulares de Colombia en Alicante y Murcia, que éste era el ámbito del consulado de Alicante, se ha centralizado en Valencia, pasando a depender del cónsul de esta ciudad.
El consulado colombiano en Alicante centró la atención de las autoridades de su país a raíz de las denuncias presentadas contra su cónsul, a quien se implicó en un comercio de niños colombianos en España. Alfonso Cabal había insertado diversos anuncios en la Prensa de Valencia, ciudad en la que estalló el escándalo, en los que ofrecía niños colombianos para su adopción por una determinada cantidad de dinero. Mientras la Embajada negaba tales adopciones, Alfonso Cabal manifestaba en Alicante que toda la operación contaba con el visto bueno de la Dirección de Acción Social de su país y que lo único que se pretendía con las adopciones era que los numerosos niños colombianos abandonados, y cuyo destino era el orfanato, pudieran contar con una familia.
A su vez, la Embajada insistía en que no había nada cierto y que esta imagen que se ofrecía dañaba los intereses de su país. Alfonso Cabal, desde Alicante, se mantenía en su postura y colocaba el origen de la disputa en una confrontación política interna de su país, de apoyo a distintos líderes y también distintas formas de enfocar una acción social. Poco después, el cónsul de Alicante viajaba a Colombia y a su regreso a esta ciudad siguieron de nuevo abiertas las oficinas consulares sin que volviera a hablarse del tenia.
Hasta que, poco antes de Navidades, y cuando ya, la Embajada había comunicado que para cualquier asunto relacionado con su país en Alicante y Murcia deberían entrar en contacto con el consulado de Valencia, Alfonso Cabal rescindió el contrato de alquiler de las oficinas.
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