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Las investigaciones sobre el asesinato del taxista guipuzcoano no apuntan a ETAm

Las investigaciones en torno al asesinato del taxista de Alegría de Orla (Guipúzcoa) Pablo Garayalde no se orientan fundamentalmente hacia ETA Militar, aunque tampoco cabe destacar de forma absoluta su participación en el caso, según una nota difundida el domingo por el Mando Unico para la Lucha Antiterrorista.Varios centenares de personas abarrotaron el templo parroquial de San Juan Bautista y sus accesos, en la pequeña localidad guipuzcoana, para asistir al funeral por el alma del taxista, que se celebró el domingo a las 16.30 horas. Amigos y conocidos del fallecido han manifestado que Garayalde era nacionalista y votaba al Partido Nacionalista Vasco, aunque no se sentía muy interesado por la política ni estaba afiliado.

Hallazgo del cadáver

El cadáver fue hallado el sábado por la mañana en un descampado de Berastegui, en la comarca de Tolosa, con el rostro destrozado por dos disparos de escopeta, que fueron efectuados desde corta distancia y con las manos de la víctima atadas. El automóvil que Garayalde utilizaba para su trabajo, y en el que fue secuestrado presumiblemente, cuando acudía a última hora del viernes a prestar un servicio que se le había requerido por teléfono, fue descubierto el domingo por la mañana abandonado en un camino de carros, cerca de Tolosa y a pocos kilómetros de Berastegui y Alegría de Oria.En el vehículo, un Seat 131 diesel blanco, no se aprecian signos de violencia. La familia del taxista asesinado, que había cumplido sesenta años el mismo día de su secuestro, concede gran importancia a la desaparición de la cartera, en la que Pablo Garayalde guardaba sus documentos personales y cierta cantidad de dinero, ya que era un hombre muy cuidadoso y solía llevarla perfectamente escondida en el automóvil.

Esta cartera y el tipo de arma empleada, una escopeta de caza con cartuchos de perdigones, parecen orientar las investigaciones policiales. No se descarta que se trate de un atentado de signo político, aunque su autoría podría corresponder a una organización terrorista distinta de ETAm. Por otra parte, el arma coincide con las empleadas por un comando de naturaleza indeterminada que perpetró dos asaltos en instalaciones municipales de Tolosa los días 6 de noviembre y 31 de diciembre del pasado año y logró apoderarse de varios miles de carnés de identidad, unos sin rellenar y otros ya complimentados. En ambos casos, los encapuchados autores del robo, cuya paternidad nunca fue reivindicada, exhibieron escopetas con los cañones recortados.

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