Presentan en Londres una exposición antológica de arte japonés inédita en Europa
Es la más costosa muestra organizada por la Royal Academy of Arts
Una gran exhibición de arte japonés permanece abierta desde el pasado 28 de diciembre en la Royal Academy of Arts, de Londres. Se clausurará el próximo 21 de febrero de 1982. Esta muestra tuvo una primera parte, clausurada hace unos días. Tanto el montaje como el contenido de la exposición justifican el gran entusiasmo que ha despertado en la capital británica este enorme despliegue del arte de uno de los países más creativos, tanto en este terreno estético como en el tecnológico, del mundo.
La exposición de la Royal Academy of Arts, de Londres, es la mayor exhibición de arte japonés nunca mostrada fuera de su país de origen y la muestra más compleja y costosa, de esta institución británica, según su presidente, Sir Hugh Carson. De hecho, en esta exposición se muestran objetos que ni siquiera los propias japoneses han tenido ocasión de ver.Esta es una exposición sobre el arte de un Japón aislado, fundamentalmente el del llamado período Edo (1600-1868), durante el cual el país del sol naciente pareció cortarse del mundo exterior. La exposición cubre también el breve período monoyama anterior (1568-1600), que marcó la transición de Japón del mundo medieval al premoderno.
Figura decorativa
A comienzo del siglo XVII, el Shogun (gobernador militar) logró relegar al emperador a una figura meramente decorativa de la política japonesa. Instalándose en Edo (hoy Tokio), el Shogun llegó a dominar el Japón con su casta de samurais. En la exposición, tan sólo dos armaduras - ligeras, y a la vez arcaicas y futuristas-. unos cascos y unos sables sabiamente labrados vienen a recordar el origen militar del Japón moderno.Y es que si, desde Edo, el Shogun logró cerrar el Japón al mundo exterior -aprovechando para suprimir el cristianismo-, tras un siglo de guerra civil, el país vivió una larga época de paz y de prosperidad económica y mercantil, y de florecimiento cultural, como queda demostrado en las salas de la Royal Academy, repletas de paneles pintados, grabados, libros,
caligrafías, esculturas, cerámica y vestidos que en su mayoría chocan por lo que tienen de modernos, salvo en los ocasionales dorados de influencia china.
Este es un arte de la crítica social encubierta, dril simbolismo y del respeto a la naturaleza.
Debilitamiento del poder
Durante el alto Edo (1688-1750) se produjo un debilitamiento general del poder de los samurais, que queda reflejado en un arte menos exaltado que el de épocas anteriores. Así, llegó el movimiento Rimpa,con el cual los mercaderes y citadinos japoneses buscaron a volver a sus fuentes culturales y a identificarse con los valores nacionales de tiempos atrás. El teatro no del siglo XIV, con sus textos básicos en la literatura japonesa y sus esculturales máscaras, quedó revitalizado.Durante el medio siglo siguiente, el Japón comenzó a abrirse a algunas influencias culturales exteriores, principalmente las chinas, perdiendo las obras de arte su modernismo original. A este periodo siguió el Edo tardío, con la restauración del poder imperial y el rechazo del budismo, y esta lenta apertura se aceleró de manera dramática y definitiva cuando una escuadra de Estados Unidos llegó a Japón en 1853,
Fragilidad de los objetos
La fragilidad de algunos objetos de esta exposición ha obligado a guarecerlos en vitrinas especiales que ha diseñado para esta ocasiónel arquitecto japonés Kisho Kurokawa. Por hacer una excepción, el gobierno japonés ha permitido que algunos objetos históricos sean expuestos más allá de los 55 días que establece la ley de su país. En cualquier caso, muchos de estos objetos sufren con la humedad británica, y estas Navidades algunos han sido reemplazados por otros de similar valor cultural. De ahí las dos partes de la exposición.
La exposición se abrió con un despliegue publicitario sin precedentes, rodeada de charlas, obras de teatro y visitas oficiales. El dominical The Observar le dedicó al tema japonés la totalidad de un suplemento en color. El Japón moderno fascina en un Reino Unido en decadencia industrial. Claro está que The Observar tiene intereses económicos en la operación, como los tienen también otras organizaciones, como la Japan Foundation o el Midland Bank. La exposición no es sólo una operación artística, sino de relaciones públicas.
Lo oriental en España
Esta fascinación británica por el arte japonés y, más extensamente, por todo lo oriental se ha reflejado ya en España, donde, en primer lugar, hay que referirse al interés y posterior decepción que causaron los guerreros chinos (que resultaron ser falsos) en la exposición organizada por Galerías Preciados, que anteriormente había recorrido varios países europeas.Además, como en el Reino Unido, el cine nipón alcanzó recientemente niveles de acontecimiento de taquilla, en el caso de Kagemusha o en el menos artístico, pero igualmente masivo, de El imperio de los sentidos, cuya estática hedonista digna de las mejores leyendas de haraquiri y mezcla de placer y muerte, está siendo copiada todavía por algunas cinematografías duras.
Babelia
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