Incidente entre policías municipales y nacionales en La Coruña

Según se ha podido confirmar oficialmente, a primeras horas de la tarde del pasado día 24 ocurrió un incidente en esta ciudad entre miembros de la Policía Municipal y la Policía Nacional. Los hechos, de acuerdo con las versiones de Domingo Seijas y Segismundo Silveira, cabo y policía municipal, respectivamente, ocurrieron cuando ambos, en un recorrido habitual, localizaron en una calle un vehículo aparcado sobre el que existía una orden de precinto y embargo desde junio de 1980.

Los policías municipales manifestaron que en repetidas ocasiones habían intentado precintar el citado automóvil, propiedad del cabo de la Policía Nacional Francisco Abad Roca, y que nunca obtuvieron la colaboración del interesado.Para evitar cualquier altercado -según su relato-, los miembros de la Policía Municipal se trasladaron al cuartel de la Policía Nacional, para poner el caso en coriocimiento del teniente de la compañía a la que pertenece el dueño del vehículo, y acto seguido requirieron el servicio de la grúa municipal, que comenzó a cargar el automóvil.

En ese momento se presentó en el lugar un hombre vestido de paisano, presumiblemente, y según manifestaron los municipales, el propietario del vehículo, con una pistola bien visible en su cinturón, y quien agarró a uno de los policías municipales de la solapa, arrancándole varios botones de la camisa y de la guerrera, al tiempo que decía: «Este coche no se lleva de aquí».

Ante su actitud, el policía municipal Segismundo Silveira le desarmó con una llave de judo y le arrebató el arma, que estaba montada con una bala en la recámara y lista para disparar, de acuerdo con la referida versión de los hechos.

Encañonados con metralletas

Acto seguido, el policía municipal montó en su moto y se dispuso a escoltar a la grúa que llevaba el vehículo; pero a unos cien metros del lugar un coche del 091 se cruzó ante ellos. Los policías nacionales que viajaban en el vehículo descendieron y encañonaron con sus metralletas a los dos funcionarios municipales.El presunto dueño del vehículo derribó al policía municipal, y siempre según la versión de este último, le propinó un puñetazo en la mejilla izquierda. A continuación, los ocupantes del coche del 091, policías nacionales, esposaron al ayudante de la grúa y le introdujeron en otro coche de la Policía Nacional, que también se presentó en el lugar.

Seguidamente intervino un inspector de policía, quien después de identificarse, mostrando la chapa reglamentaria, manifestó que, «de orden del excelentisimo señor juez», el coche fuera devuelto al lugar de donde se había retirado, lo que finalmente se hizo.

Fuentes de la Policía Nacional consultadas por Europa Press. han quitado importancia a los hechos y han indicado que las versiones del cabo y del policía municipal no corresponden estrictamente a la verdad de lo ocurrido, aunque tampoco han querido facilitar su versión oficial del suceso.