Las centrales de carbón descartadas como alternativa a Lemóniz

La única alternativa posible a la central nuclear de Lemóniz sería la ubicación de centrales de carbón de 1.500 megavatios a construir en seis años, según explicó ayer el consejero de Industria y Energía, Javier García Egocheaga, ante el Parlamento vasco que celebraba su cuarto día de sesión plenaria en Vitoria. No obstante, el consejero descartaría tal posibilidad, que supondría una inversión de 125.000 millones de pesetas anuales a cargo de la Hacienda pública.El consenso conseguido hasta ahora en las sesiones de la Cámara vasca entre PNV, UCD y AP, en relación a las condiciones de ubicación de la central nuclear de Lemóniz, quedó roto ayer cuando el grupo centrista manifestó públicamente su desacuerdo con el partido mayoritario del Gobierno vasco en las conclusiones socioeconómicas del debate, que hablan de los costes económicos indirectos y sociales derivados de la instalación del complejo nuclear.

En el largo y lento debate -que provocó el aplazamiento hasta la sesión de hoy, acerca de la petición del PNV al Gobierno español y a las Cortes Generales, de un pronunciamiento en relación al referéndum sobre Lemóniz- se produjeron por primera vez, desde que la Cámara iniciara sus debates sobre la mencionada central, profundas discrepancias entre UCD y el PNV. El portavoz de los centristas vascos, que hasta ayer había dado su apoyo al partido mayoritario del Gobierno, se desmarcó de éste cuando las condiciones socioeconómicas de Lemóniz fueron sometidas a discusión.

En el dictamen defendido por el PNV se dice que la puesta en marcha de la central nuclear, junto con el desarrollo de medidas dirigidas a potenciar el ahorro energético y el desarrollo de fuentes energéticas alternativas, permitirá eliminar los riesgos derivados de posibles restricciones energéticas de elevado coste social.

Pero era en la necesidad de que la comunidad deba recibir una "compensación social y económica" donde el grupo centrista manifestaba su desacuerdo por no coincidir con la alternativa de control público expuesta últimamente por el Gobierno vasco en el caso de que el referéndum no se realice. El portavoz centrista, sin que nadie hubiera hecho mención expresa al ya manido tema del plebiscito, se adelantó a exponer su desacuerdo en relación a que el referéndum se lleve a cabo: "no se puede seguir entreteniendo la falsa perspectiva de una consulta popular que no tendrá lugar no solo porque a lo mejor, y de verdad, ni siquiera se desea, sino porque no serviría para nada".

En otros aspectos críticos, abundaba el portavoz de Euskadiko Ezkerra, Javier Olaberri, después de reconocer que la cancelación definitiva de Lemóniz supondría una pérdida importante de inversión realizada, Olaberri precisó que, teniendo en cuenta las irregularidades ¡legales cometidas, si se hubiera procedido a la paralización de las obras a su debido tiempo, quizá el argumento de esas pérdidas no habría sido utilizado como factor de presión para justificar la puesta en marcha de la central nuclear de Lemóniz.