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ASTURIAS

La luz eléctrica llega cien años después de su invención al pueblo de Sotres

Los vecinos de Sotres, el punto más alto de los Picos de Europa, tienen desde el pasado día 13, cien años después de su invención, luz eléctrica en sus casas, con lo que sólo el pueblo de Bulnes, en las proximidades del mítico Naranco, queda en el municipio de Cabrales sin recibir esta energía de progreso. Finaliza así para Sotres una larga etapa de olvido y marginación, durante la cual algunos, muy pocos, se venían alumbrando con grupos electrógenos individuales. Para todos los vecinos de este pueblo se abre por primera vez la posibilidad de generalizar el uso de la televisión y el frigorífico.

Al acto de inauguración de la luz eléctrica en Sotres acudieron el gobernador civil, Ricardo Larraínzar, el presidente de la Diputación, Agustín Antuña, de UCD; el vicepresidente, Eugenio Carbajal, del PSOE, y otras autoridades y parlamentarios.Remedios González Campillo, de 93 años, recibió con entusiasmo juvenil la llegada de la luz eléctrica a su domicilio, y Florentino López, el principal productor de queso de Cabrales en el pueblo, vio por fin cumplida una promesa que venía esperando desde hace 67 años. El proyecto de llevar la luz a Sotres, situado a 1.050 metros de altitud y con poco más de trescientos habitantes, resultaba tan poco atractivo para las empresas eléctricas que ni siquiera el franquismo, especialista en la colocación de las primeras, segundas y últimas piedras, como afirmaba malévolamente en privado Rafael Calvo Ortega, ex secretario general de UCD y diputado por la provincia de Oviedo, consiguió apuntarse este tanto político.

La línea aérea de alta tensión inaugurada tiene una longitud de 9,7 kilómetros entre la central de Electra de Viesgo, en Poncebos, y Sotres. La Diputación asturiana, el Ayuntamiento de Cabrales y Electra de Bedón han afrontado la inversión de 37,5 millones de pesetas para dotar de energía eléctrica a los pueblos de Tielve y Sotres.

Bulnes, situado en la ruta asturiana hacia el mítico Naranjo o pico urriellu, donde nació el alpinismo español, quedó convertido desde anteayer en el único pueblo del municipio de Cabrales aún sin luz eléctrica. Los vecinos de Sotres recibieron a las autoridades provinciales asturianas con banderas de España y cohetes. Olvidaban así muchos años de marginación que incluso les invitaban a volver sus ojos hacia Santander, desde donde les llegaban en ocasiones los primeros auxilios cuando quedaban incomunicados por la nieve. Hace un ano, el río Cares provocó una enorme inundación que arrasó el puente de Poncebos, camino obligado para bajar a Arenas o Carreña. La maquinaria llevada entonces para realizar la reparación procedía de Santander.

Posiblemente para compensar también la imagen de palas quitanieves y helicópteros santanderinos, las autoridades asturianas se desplazaron desde la capital del principado para inaugurar, en un solo día, la luz eléctrica, un nuevo puente sobre el Cares en Poncebos y tres emisoras (en Bulnes, Tielve y Sotres) en permanente comunicación con el Gobierno Civil de Oviedo para atender inmediatamente los casos de urgencia, singularmente cuando se producen aislamientos como consecuencia de las intensas nevadas, que suelen tener entre quince días y un mes de duración.

Los habitantes de Sotres tienen un nivel de vida aceptable. Unas cuarenta personas trabajan en las minas de blenda de Aliva, distantes once kilómetros, y casi todos hacen el famoso quesu de Cabrales, de elaboración totalmente artesana con leche de vaca, cabra y oveja.

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