Duras críticas de la oposición al presidente del Gobierno sobre el reajuste ministerial

La explicación ofrecida ayer por el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, al Pleno del Congreso de los Diputados sobre el reciente cambio de su Gabinete fue objeto de duras críticas por parte de los grupos parlamentarios, excepto del centrista, que no intervino. La justificación de la crisis en meras razones administrativas arrancó censuras incluso de los grupos políticamente más próximos al Gobierno, si bien las máximas cargas de profundidad procedieron de la izquierda, que abucheó a Calvo Sotelo cuando éste aseguró que la situación es más favorable que el 24 de febrero. El jefe del Ejecutivo declaró también que un Gobierno de coalición sería como un estado de excepción, en respuesta a la petición de Felipe González de que hiciera «una oferta clara y concreta, con la Constitución española en la mano», para la solución de la crisis. El líder de la oposición y secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Felipe González, pidió al presidente de la Cámara, Landelino Lavilla, que constara en acta su «más enérgica protesta» por no concederle la palabra para replicar al presidente del Gobierno.

Lavilla recordó que la sesión se había producido de acuerdo con lo decidido en la Junta de Portavoces, sin otro debate que la previa información del presidente del Gobierno -un resumen de la misma figura en esta misma página- seguida de las intervenciones de los grupos, de cinco minutos de duración, y cerrada por la contestación de Calvo Sotelo.

Lavilla recordó asimismo que las iniciativas parlamentarias quedaban en todo caso abiertas a los distintos grupos. Varios portavoces de las minorías, concretamente los de la Minoría Catalana, PNV y Grupo Andalucista, confirmaron a EL PAIS que el acuerdo parlamentarlo fue exactamente el manifestado por el presidente de la Cámara. Carrillo calificó en los pasillos del Congreso como «una vergüenza» lo ocurrido, y Felipe González repitió insistentemente que «no hay peor ciego que el que no quiere ver».

Felipe González: "La realidad me dio la razón"

En la intervención de Felipe González, el líder socialista contrastó la sesión parlamentaria del miércoles, en la que apareció la España real, con la intervención de trámite del presidente del Gobierno, a pesar de encontrarnos, según dijo, «en la situación más grave desde 1975, desde el punto de vista de la amenaza a las libertades, después del 23 de febrero».

Felipe González recordó que en la conferencia de Prensa del pasado día 2 dio una señal de alarma, descalificada por Calvo Sotelo dos días después, al decir que no había amenaza para las libertades. «Yo querría haberme equivocado, pero 48 horas después la realidad me dio la razón a mí, y no a usted», dijo. Felipe González se refirió también a la amenaza a las libertades desde una trama civil no descubierta por el Gobierno.

Calvo Sotelo aseguró que no existe una situación más grave que la del 24 de febrero, y que la realidad de los últimos cuatro días «me vuelve a dar la razón a mí». En medio de murmullos procedentes de la izquierda, Calvo Sotelo aseguró que no se puede hablar de un nuevo asalto al Congreso y que una solución como la del Gobierno de coalición no mejoraría las condiciones actuales y sería como un estado de excepción.

El líder comunista, Santiago Carrillo, señaló que las explicaciones técnicas del presidente del Gobierno no despertaban entusiasmo ni confianza. Dijo que los 164 diputados de UCD se reducen a 154, y partiendo de estos hechos, preguntó si el Gobierno se siente respaldado, si se considera en condiciones de hacer las elecciones generales y las andaluzas, éstas en la primavera de 1982, y si se puede regularizar la política autonómica sin una negociación entre todos los grupos parlamentarios.

Calvo Sotelo estimó que Carrillo carecía de autoridad para hablar de crisis de partido, y contestó afirmativamente a las preguntas sobre la continuidad del Gobierno centrista. Respecto al tema autonómico, dijo que el pacto con los socialistas será objeto ahora de tramitación parlamentaria.

Fraga: "Las explicaciones no son suficientes"

Previamente, el portavoz de Coalición Democrática, Manuel Fraga, lamentó que no se hubiera producido un verdadero debate y aseguró que las explicaciones del presidente del Gobierno no habían sido suficientes ni habían servido para levantar el ánimo. Calificó de tecnocráticos los criterios para la remodelación y dijo que el Gobierno no es sólo la Administración, sino que debe recabar de la Cámara el apoyo para las grandes cuestiones de Estado.

Calvo Sotelo contestó a Fraga justificando la conveniencia de las explicaciones técnicas para una remodelación de su mismo Gobierno y resaltó los logros realizados en materia autonómica, en la clarificación de la política exterior y el Acuerdo Nacional sobre Empleo, entre otras.

El portavoz de la Minoría Catalana, Miquel Roca, señaló la importancia de trasladar a los ciudadanos una respuesta convincente, como la que hubiera podido ser manifestar el intento gubernamental de hacerlo mejor en el futuro. Denunció que existe «una auténtica conspiración contra la democracia» y dijo que ese sentimiento fue el que impulsó los aplausos en la sesión parlamentaria del miércoles. Apeló a la conveniencia de un Gobierno estable, capaz de luchar contra los ataques a la democracia y de afrontar los próximos meses desde la estabilidad, la fuerza y la información.

El presidente del Gobierno contestó que, ante la conspiración citada, el Gobierno tiene voluntad política para hacerle frente, y recabó para la eficacia de esta voluntad del apoyo de la Cámara.

El representante del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Marcos Vizcaya, manifestó que, en realidad, se había producido sólo un reajuste de personas y que no deseaba requerir al Gobierno sobre una cuestión interna. Dijo que existen instituciones jurídicas para hacer frente a quienes intentan torpedear el proceso político y señaló concretamente la ley de Defensa de la Democracia, «que se debería haber aplicado contra ellos». Calvo Sotelo recordó, por su parte, que hace cuatro años ya señaló en la propia Cámara que, contra los problemas de la libertad, lo mejor es más libertad.