Amnistía internacional critica la hipocresía de los gobiernos

Amnistía Internacional, la organización pro derechos humanos con sede en Londres, que este año curriplió su vigésimo aniversario, publica hoy su informe anual, exhortando a todos los Gobiernos a poner fin a la hipocresía que rodea a la cuestión de estos derechos. Este año, la mayor preocupación de Amnistía Internacional ha estado en la lucha contra la pena de muerte y contra las ejecuciones.El Informe 1981, de 426 páginas, contiene apartados sobre 117 países, estudios regionales y un análisis de las tendencias, abusos y normas relativas a los derechos humanos, cubriendo el período entre el 1 de mayo de 1980 y el 31 de abril de 1981. El informe asellura que, si bien no es posible determinar si la represión política está en auge en el mundo, si es cada vez mayor la conciencia que se tiene a ella, y "para los Estados es ahora más difícil ocultarla". Amnistía critica a Estados Urildos por mantener la pena de muerte en algunos casos, y al Gobierno soviético, por la detención en campos de trabajo de ciudadanos que critican la política oficial. Amnistía insiste sobre la tortura y, los desaparecidos en América Latina, habla de los asesinatos políticos cometidos por tropas bolivianas, pero señala que estos hechos no se limitan a esa región del mundo.

La organización proporciona información, cuidadosamente comprobada, sobre ejecuciones masivas en Irán, donde de este modo han muerto más de setecientos presos políticos, y arrestos sin juicio en países de Asia, incluida la República Popular China. En Africa, Amnistía considera que, a pesar de la liberación de numerosos presos políticos, se han proseguido las violaciones de los derechos humanos en países como Suráfrica, Uganda, Mali o El Zaire.

En su introducción, el informe manifiesta que "para Amnistía Internacional ha constituido un motivo de desaliento la tendencia que existe entre los Gobiernos a ver ciertos abusos como más aceptables cuando son obra de amigos que si lo son de enemigos". Para Amnistía, los "derechos humanos son indivisibles" y "es preciso acabar con la hipocresía" con la que los tratan los Gobiernos.

El informe subraya el hecho de que son escasos los países que, teniendo presos políticos o de conciencia, admiten haber violado normas internacionales de derechos humanos, negándose en muchos casos a facilitar información en este terreno.

El informe anual describe la labor de Amnistía Internacional, organización que este año ha cumplido sus veinte años de existencia, tras dos décadas de esfuerzos para movilizar a la opinión mundial para lograr la liberación de presos políticos, procesos justos y poner fin a la tortura y a la pena de muerte. En los doce meses que cubre este informe, 894 presos de conciencia fueron puestos en libertad, examinándose otros 1.475 casos.

Amnistía Internacional dice contar en la actualidad con un cuarto de millón de miembros y simpatizantes de 150 países.

Información sobre España en la página17.