La activa presencia de España en la OEA
La presencia de España en la OEA, primero y único de los países no miembros junto con Canadá e Italia que tiene acreditada una embajada permanente, no se limita tan sólo a la función de observador de los quehaceres, no siempre fáciles, de la tumultuosa organización latinoamericana, donde conviven Estados con Gobiernos democráticos y regímenes dictatoriales."Desde 1962, durante la época de la organización panamericana, fuimos los primeros en proponer programas de cooperación al desarrollo", dijo el embajador español ante la OEA, Eduardo de Zulueta. España fue admitida, simultáneamente con Canadá, como país observador en 1972.
Desde entonces, España colabora con un presupuesto de 600.000 dólares anuales (unos 57 millones de pesetas) en programas de cooperación técnica. Unos trescientos expertos latinoamericanos son enviados anualmente por la OEA a España para participar en cursos de perfeccionarmento en administración pública, agricultura, turismo y otras actividades.
El puente de la CEE
Existe una doble vía que facilita las misiones de técnicos y expertos españoles a países latinoamericanos, con tareas en sectores agrarios y turísticos especialmente.Con el probable ingreso de España en las Comunidades Europeas (Mercado Común), varios Estados mierribros de la OEA han expresado en diversas ocasiones el interés de que nuestro pais promueva en la CEE una convención que estreche relaciones comerciales y económicas entre Europa y Latinoamérica. Como un reflejo de la convención de Lome, que la Comunidad Económica Europea mantiene desde hace varios años con una cincuentena de países en vías de desarrollo de Africa, Pacífico y el Caribe.
