Manzanita, espíritu sin nombre
El cantante gitano Manzanita acaba de dar tres magníficos recitales en el madrileño teatro Alcalá Palace, acompañado de siete músicos y de cara a un público más respetuoso y perplejo que enardecido. Todo ha sonado de maravilla. Tal vez esa perfección misma y la timidez del intérprete sobre el escenario contribuyeran a crear una atmósfera un tanto rara, donde abundaron gritos y aplausos, sí, pero sin llegar a cuajar en el sobresalto y la admiración que lo ofrendado requería. Porque, siempre es hora para repetirlo, Manzanita es, hoy por hoy, el cantante español con más garra y chispa.En cierta forma, y pese a lo ya apuntado, el público presente en el teatro lo sabía, al igual que se sabía de memoria sus temas, de Vacilón a Paloma blanca, pasando por Ramito de violetas, o se aprendía de corazón el desgarro de unas bulerías inolvidables. Lo que sucede es que Manzanita plantea una propuesta atípica, entrega un cóctel explosivo del que nadie pone en duda el buen sabor, aunque es legítimo manifestarse extrañado por lo inusual de la mezcla.
Al menos en el segundo de sus recitales, una de sus mejores interpretaciones fue la de Espíritu sin nombre. En ese tema se condensa ese sabio vaivén al que Manzanita se aferra para desconcierto y gozo de quien le escuche: «Yo nado en el vacío, / del sol floto en la hoguera, / palpito entre las sombras / y floto en las tinieblas».
Tal vez sólo le falte a Manzanita lo que a tantos les sobra: una pizca de pulimento en escena, una desenvoltura más estudiada, ciertos trucos de esos que no van a conducirle al engaño, sino a poner de relieve la centelleante grandeza de su arte.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Es la segregación urbana, estúpido
Galicia afronta la avalancha de alijos de cocaína bajo la alerta de la UE por el aumento de corrupción en los puertos
El PP respalda la línea dura del alcalde de Badalona contra la inmigración y la ocupación
El PSOE se lame las heridas ante un ciclo electoral en 2026 a la contra
Lo más visto
- Los grandes derrotados del Gordo de Navidad de Villamanín, 15 jóvenes de entre 18 y 25 años: “Hoy hemos perdido amigos”
- Acuerdo en Villamanín por el Gordo sin repartir: la comisión de fiestas cede más de dos millones por la paz del pueblo
- El alpinista Simone Moro sobrevive a un infarto a 5.000 metros y anuncia la creación de un servicio de rescate aéreo en el Karakoram de Pakistán
- Junqueras avisa de que la recaudación del IRPF es “imprescindible” para negociar los presupuestos de Sánchez e Illa
- Desaparecidos cuatro españoles de una misma familia de Valencia en un naufragio en Indonesia




























































