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Un oficio único en el mundo

Kurt Waldheim calificó en una ocasión su trabajo de secretario general de la ONU como "un oficio único en el mundo", y el diplomático austriaco definía así sus ingredientes: diplomacia tranquila y obstinada, negociaciones bilaterales y multilaterales permanentes.Después de diez años en el puesto, en el que sucedió al birmano U Thant, Waldheim ha dejado una impronta en la manera de entender y abordar los cometidos de la ONU, organización a la que se ha dedicado con un apasionamiento que le reconocen hasta sus más encendidos detractores.

Elegido en 1971 (tomó posesión el 1 de enero de 1982) y reelegido en 1976, Waldheim, de 62 años, ha impuesto un estilo de diplomático químicamente puro a lo largo de negociaciones como las de Oriente Próximo, guerra indo-paquistaní, conflictos raciales en Africa austral o Vietnam. Y la imagen, pulcra, cortés, reservada.

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Las tres llaves de su capacidad de mediación han sido la energía negociadora, la preparación administrativa -adquirida en una larga carrera política en su Austria natal- y su rara habilidad lingüística. El ex presidente Richard Nixon le describió una vez como un "ingenuo inofensivo", probablemente porque el desde ayer ex secretario general de Naciones Unidas considera que es escandaloso que el 70% de la población de la Tierra subsista con un 30% de los ingresos mundiales.

La carrera de Waldheim ha sido un puro destino exterior. Desde 1945, en que el entonces doctor en Ciencias Políticas ingresó en el Ministerio austriaco de Asuntos Exteriores, ha cubierto puestos diplomáticos en París, Londres, Moscú, Ottawa, hasta llegar a las Naciones Unidas, donde fue representante permanente de su país desde 1965.

En 1968 fue ministro de Asuntos Exteriores de Austria en el Gabinete del canciller Josef Klaus, hasta la victoria socialista de 1970. Entonces Waldheim volvió a las Naciones Unidas, de cuyo puesto supremo tomaría posesión al año siguiente.

Preguntado una vez si se proponía ser un "activista" como secretario general, respondió que "lo sería dentro de los límites establecídos por la Carta de las Naciones Unidas". Y los diez años siguientes han sido para Waldheirri un intento de cumplir con un triple objetivo: el mantenimiento de la paz y la seguridad, la búsqueda del cambio pacífico y la planificación de un porvenir mundial en la perspectiva de la cooperación global.

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