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Calvo Sotelo y Suárez negocian una salida a la crisis interna que sufre el partido centrista

La abstención de cinco diputados de Acción Democrática, grupo socialdemócrata escindido de UCD, provocó ayer la primera derrota del partido gubernamental en el Pleno del Congreso que debate los Presupuestos Generales del Estado para 1982. El nerviosismo del Gobierno fue evidente. Paralelamente se difundió la noticia de que Suárez había visitado la Moncloa la noche anterior, donde se entrevistó por espacio de dos horas con el actual jefe del Ejecutivo.La derrota parlamentaria de UCD se produjo en un tema sin excesiva trascendencia política -reconocimiento de trienios a personal contratado de la Administración que ahora son funcionarios-, pero plantea dudas sobre lo que sucederá en futuras sesiones, cuando se aborden las modificaciones proyectadas por el Gobierno respecto al impuesto sobre la renta. Este último es pieza clave de la reforma fiscal efectuada por Francisco Fernández Ordóñez, líder de los socialdemócratas escindidos de UCD, durante su etapa como ministro de Hacienda.

Los problemas para la estabilidad parlamentaria en UCD se complementan con el contenido de las conversaciones entre los suaristas y los miembros del actual Gabinete vinculados a Calvo Sotelo. La posibilidad de un pacto entre este último y Adolfo Suárez fue comentada con extrañeza por miembros de la platafórma moderada, mientras los socialdemócratas que continúan en UCD enmarcan esos contactos en un último intento para evitar que Suárez abandone el partido.

Páginas 15, 16 y 19

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