ElA asume plenamente la "firme defensa del proceso constitucional"

Las numerosas detenciones de militantes de Euskadiko Ezkerra (EE) -una veintena en los últimos días-, más el no cumplimiento por parte de las autoridades del compromiso de trasladar a los presos de ETA Político-militar a la prisión de Nanclares (Alava), son interpretados por dicha coalición como un «intento de romper la tregua de ETApm.Esta situación coincide, por otra parte, con la firma por parte de la comisión mixta EIA-EPK, que negocia las bases de la fusión de ambos partidos, de un documento en el que se menciona la necesidad de «hacer frente a los intentos involucionistas» y se habla expresamente, por primera vez desde el nacimiento de ElA, de la «plena asunción de la voluntad de contribuir a la firme defensa del proceso democrático constitucional».

Las detenciones de personas relacionadas con Euskadiko Ezkerra se iniciaron hace quince días, a raíz de la captura de José María Riza, considerado por la policía máximo responsable de ETApm en Navarra y Guipúzcoa. En los últimos días, las detenciones han afectado, entre otras personas, al menos a cuatro mujeres de edad madura, a las que se ha aplicado la ley Antiterrorista, y, por otra parte, al secretario de organización de EE en Guipúzcoa, Fermín Varela. Fuentes de dicha coalición expresaron ayer su convicción de que estas detenciones se producen en base a presuntos delitos anteriores, no ya sólo a la tregua de ETApm, sino en ocasiones anteriores incluso a las elecciones de junio de 1977.

Las mismas fuentes consideraron «paradójico e incoherente» que estas detenciones, así como las tensiones provocadas entre los poli milis encarcelados por las noticias contradictorias sobre su eventual traslado a Nanclares, coincidan con «el esfuerzo que está realizando EE para dar una salida racional, política, al tema de la violencia en el País Vasco».

Por lo demás, el documento firmado el viernes por la comisión que negocia las bases políticas de convergencia entre EIA y el Partido Comunista de Euskadi (EIP), de cara a la formación de la nueva Euskadiko Ezkerra (izquierda para el socialismo), contiene bastantes novedades respecto al nivel de acuerdo hasta ahora alcanzado. El texto parte de una valoración del Estatuto de Guernica como base esencial para el impulso de una dinámica social y política nueva, más racional, que permite «el paso a primer plano de la confrontación izquierda-derecha», aunque, debido a los intentos de recortar la autonomía implícitos en la LOAPA y los pactos autonómicos, persiste «la lucha entre centralistas y quienes defendemos el autogobierno».