EGB: réplica a Juan Delval

Leo con interés la sección "Temas para debate" de su periódico, en la que han aparecido estas últimas semanas dos comentarios, sobre la reforma de la EGB.Espero de la sensibilidad que su periódico muestra para los asuntos de amplia repercusión pública que en un tema que,interesa nada menos que a 150.000 profesores y a varios millones de alumnos dé cabida a otros puntos de vista y a réplicas como la que me permito hacer a continuación.

Evidentemente, al señor Delval no le gustan los programas renovados, lo cual es aceptable, pero esto no le da derecho a hacer juicios negativos, apriorísticamente, sobre casi cuatrocientos profesionales que han intervenido en la elaboración de los documentos de consulta (académicos, catedráticos de universidad, profesores de todos los niveles educativos, inspectores, psicólogos y pedagogos). El hecho de que en esta larga lista de profesionales no esté el nombre de Juan Delval no supone que "esté clara la falta de preparación de los técnicos de la DGEB" (véase EL PAIS de 8 de noviembre de 1981).

Podría también pensar el señor Delval que él no ha entendido la reforma de los programas, como se puede detectar por alguna de las informaciones vertidas en su artículo.

El señor Delval no debe ignorar que estas "listas de objetivos", como él las llama, van acompañadas de unas introducciones y de unos documentos de apoyo al profesorado, donde se explica el alcance, delimitación y sentido de cada uno de los objetivos, al tiempo que se dan orientaciones metodológicas para su desarrollo.

Sin duda, también conoce el señor Delval la existencia de los llamados ICE. Parece que entre las misiones de estos organismos está, además de la investigación educativa, la formación del profesorado. A estos organismos les compete preparar al profesorado para que puedan lograr en su enseñanza los objetivos que.en los programas se proponen mediante una metodología que responda a las necesidades y exigencias de la sociedad actual. Esta formación no puede ni debe darse en unos programas ni es misión de la DGEB.

Otra de las afirmaciones vertidas es que los programas carecen de toda estructura. El hecho de que el señor Delval no haya sido capaz de descubrir la ley interna que determina la estructura de los programas renovados no es una razón decisiva para negar que existe. En los programas sí hay (aunque el señor Delval no lo haya visto) una integración de los objetivos en bloques temáticos, una interrelación entre unos bloques y otros; hay una llamada sin ninguna imposición a realizar actividades interdisciplinares (y aquí está la acción del profesor que los ICE hayan formado), hay una coordinación de ciclos y niveles (y no hay que confundir ciclo con nivel), de preescolar con el ciclo inicial y del ciclo superior con el bachillerato. A estos efectos sería conveniente leer el documento de la inspección de bachillerato sobre conexión de niveles EGB-bachillerato que se apoya en los programas renovados.

Sería interesante para la puesta en marcha de estos programas que los ICE (muchos ya lo hacen) realizaran cursos de perfeccionamiento, adaptados a las necesidades del profesorado.

He asistido a unas jornadas organizadas por el ICE de la Universidad Autónoma de Madrid -que el señor Delval dirige- para estudiar los programas renovados. Lamento tener que decir que no fueron ideas pedagógicas las que allí se expusieron por parte de los representantes del ICE, ni siquiera esas "que están en vías de ser abandonadas"; no se propuso ninguna alternativa a los programas, no se ofrecieron líneas directrices para tratar la interdisciplinariedad (a pesar de que las pidiera alguno de los asistentes). En realidad, difícilmente podrían ofrecer dichas directrices unos ponentes que no supieron explicar qué entendían por interdisciplinariedad. Pero, eso sí, se incurrió en errores relativos a nociones científicas, errores que no han tenido inconveniente en transmitir a la posteridad en letras de molde (por ejemplo, Documento sobre los programas renovados de EGB. Análisis, crítica y alternativas, página 187. "Confusión de la ley de De Morgan con operaciones de adición e intersección- de conjuntos")./ y siete firmas más.