"El Diario Vasco" reaparece hoy, tras 50 días de huelga, con una edición para Alava
Los trabajadores de talleres y administración de El Diario Vasco se incorporaron ayer a sus puestos, poniendo fin de este modo a una huelga que ha impedido la aparición del rotativo durante 49 dias. Se trata del conflicto de este tipo más prolongado que ha sufrido la Prensa diaria española en los últimos 45 años.
La decisión de dar por terminada la protesta laboral se adoptó en el curso de una asamblea convocada el martes por el comité de empresa, pocos días después de que la Sociedad Vascongada de Publicaciones, SA, editora del periódico, hubiera anunciado mediante telegrama a cada uno de los huelguistas su baja en la Seguridad Social, por abandono ilegal del puesto de trabajo. Al parecer, la mayoría de los trabajadores optó por volver a la normalidad antes de que la empresa endureciera aún más su postura y llegara a consumar despidos.La incorporación de los empleados de talleres y administración se produce en las condiciones que siempre había mantenido la editora del rotativo. Los trabajadores confeccionarán en su jornada laboral las seis páginas suplementarias con que cuenta, la nueva edición de Alava, origen del conflicto, sin que ello suponga la percepción de una prima específica por este motivo. La empresa se había mostrado dispuesta, en cambio, a estudiar el incremento real de productividad que estas páginas representan para cada trabajador, y a retribuirlo de forma individual. También se ha interesado en un replanteamiento de los criterios de productividad en los talleres, simultáneo a la reconversión tecnológica.
Retirada táctica
No obstante las condiciones en que se ha producido el final de la huelga, que ha supuesto la pérdida de todos los haberes correspondientes para los trabajadores del taller y la administración, así como un sustancial aumento de ventas y publicidad de otros periódicos, la parte de la plantilla que ha participado en el conflicto no ha renunciado a su objetivo de que los incrementos de productividad y de reconversión tecnológica se negocien de forma global, y considera la vuelta al trabajo como una retirada táctica.
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