Comienza el juicio contra 119 estafadores del casino de San Remo
Ayer comenzó el proceso contra 119 estafadores implicados en acciones ilegales en el casino italiano de San Remo, todos ellos acusados de robo y asociación para delinquir, cuyas estafas les habían reportado beneficios por valor de 100.000 millones de liras (unos 8.200 millones de pesetas).En este escándalo, sin duda el de mayor envergadura del juego legal en Italia y Europa, están involucrados crupieres, inspectores municipales y numerosos jugadores. El tribunal de San Remo tuvo que habilitar el hipódromo de la ciudad para la vista del juicio ante la imposibilidad de albergar a acusados, abogados y público en el palacio de Justicia de San Remo.
El escándalo comenzó el 30 de agosto de 1980, cuando un desconocido disparó a las piernas de Luigi Garfi, inspector de cuentas del casino. Días después el convaleciente Garfi recibió una carta anónima denunciando a un tal Raffaele Risso como estafador habitual. Sometido éste a espionaje telefónico, poco a poco se fue descubriendo la red de estafadores, a la que pertenecían 46 crupieres del casino con infinidad de cómplices.
Personas conocidas, a través del teléfono, con los seudónimos de Drácula, Aznavour o Cajita, recibían de los crupieres la hora y mesa de juego en la que podían llevar a cabo sus estafas.
El truco habitualmente utilizado por los crupieres en la ruleta era el de desplazar las apuestas de los "jugadores" cómplices, hacia el número ganador. Los porcentajes de los ganancias eran del 85% para el crupier y el 15 para los "jugadores". Según las investigaciones, las estafas se sucedían desde hace cinco años y había llamado la atención que, a pesar de la numerosísima afluencia de jugadores al casino de San Remo, las recaudaciones de éste eran inférlores a las de los de Venecia o San Vicente, menos concurridos.
El escándalo salpica adermás a las autoridades locales, a quien es se acusa de haber cerrado los ojos al fraude.
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