El fiscal militar turco pide la pena de muerte para todos los dirigentes de la central sindical DISK

El fiscal militar de Estambul solicitó ayer la pena de muerte para todos los dirigentes de la segunda central sindical de Turquía, la izquierdista DISK, según informaron fuentes de la defensa de los procesados. En total, se pide la máxima pena para 52 destacados miembros de DISK, un sindicato que fue prohibido después del golpe de Estado del ano pasado.

El presidente de la central sindical y ex miembro del Parlamento, Abdullah Basturk, se encuentra entre los acusados, al Igual que el secretario general de DISK, Fehmi Isiklar, según el diario británico Financial Times, que difundió ayer esta Información y que señala que el sumario, de más de 800 folios no ha sido hecho público hasta el momento.Abdullah Basturk y sus compañeros han sido acusados por el fiscal militar de utilizar el movimiento sindical como un instrumento para derrocar la Constitución y el Parlamento de Turquía por la fuerza. La central DISK llegó a tener 400.000 afiliados, principal mente empleados del sector privado, antes del golpe militar del 12 de septiembre de 1980, que suprimió todas las libertades sindicales y políticas.

La mayoría de los dirigentes de la central DISK permanecen recluIdos en una prisión militar de Estambul desde hace catorce meses. La fecha del juicio se fijará probablemente la próxima semana, cuando el tribunal militar termine de estudiar el voluminoso sumario.

En el actual proceso de "normalización democrática" emprendido por los militares turcos, que nombraron el mes pasado una Asamblea Consultiva, encargada de redactar una nueva Constitución bajo la supervisión de la Junta Militar, no parece haber un espacio para la DISK, que será probablemente disuelta. En otro sumario diferente están implicados unos 2.006 sindicalistas de esta central de izquierdas, entre ellos Ahmet Isvan, el antiguo alcalde socialdemócrata de Estambul, que lleva un año en la cárcel.

Antes del golpe de Estado, la DISK organizó importantes huelgas en Turquía, muchas de ellas con motivaciones de tipo político. Las acusaciones contra los sindicalistas están probablemente relacionadas con esas huelgas, que contribuyeron al declive económico del país, según el citado diario británico.

Por otra parte, la Junta Militar que gobierna en Turquía está procediendo actualmente a una purga de la radiotelevisión estatal (TRT). Más de cien empleados de la TRT fueron destinados a otros trabajos en la Administración, ajenos en su mayor parte a sus profesiones. Así, el productor de televisión Orhan Girgic, ha sido trasladado a la Dirección Forestal y el reportero Gunay Kilic trabaja ahora en el Ministerio de Obras Públicas.