La pacificación previa, condición indispensable para la celebración de elecciones en El Salvador
La Comisión de Derechos Humanos de la ONU acaba de publicar un documento sobre El Salvador, elaborado por el profesor español José Antonio Pastor Ridruejo por mandato de la Asamblea General, que admite la tesis de la oposición de aplazar las elecciones generales de marzo de 1982 mientras en este país centroamericano no se logre un apaciguamiento que incluya un diálogo entre Gobierno y oposición, y que permita celebrarlas.
La creación de este ambiente de paz "es un punto clave" y "una condición indispensable" para que las elecciones previstas solucionen los problemas de El Salvador, según asegura el texto del informe, que dibuja un cuadro sombrío sobre la situación política, social, económica y bélica salvadoreña.El documento critica severamente al Gobierno, a las fuerzas derechistas y a la izquierda por la violencia que sacude al país, y asegura también que en El Salvador se dan "violaciones graves, masivas y persistentes de los derechos humanos", así como de los derechos civiles y políticos. "De tales violaciones son responsables tanto los miembros del aparato de Estado y los grupos de extrema derecha que han actuado, al parecer, en connivencia con tales miembros, como grupos armados de extrema izquierda", según establece el texto de la ONU.
José Antonio Pastor Ridruejo, profesor de Derecho Internacional de la Universidad de Madrid, que realizó la investigación previa a la redacción del informe en El Salvador, México, Nueva York y Washington, afirmó tener la "convicción moral" de que losórganos ejecutivos y judiciales de la República de El Salvador "han adoptado una actitud muy generalizada de pasividad e inactividad" ante las violaciones de los derechos humanos.
En su informe se afirma también que El Salvador registra la tasa de consumo de calorías más baja de toda América Latina, únicamente hay un médico por cada 3.650 habitantes, un dentista por cada 10.000 personas y un ambulatorio por cada 3.500. La tasa de analfabetismo, según el documento, es del 40% de la Población, y el nivel de paro, amortiguado por la emigración, superaba el 23% en 1980.
En otro apartado del informe se establece que, en los primeros seis meses de 1981, 9.250 personas fueron asesinadas, y se relatan las más importantes matanzas registradas en los últimos años en El Salvador, sobre todo la del río Sumpul, el 14 de mayo.
