Los tecnócratas copan el nuevo Gobierno de Rabat
Un nuevo Gobierno marroquí, con una mayoría de ministros sin etiqueta política, entró en funciones oficialmente ayer en Marruecos, después de haber sido recibido en pleno por el rey Hassan II, que se encuentra en su palacio invernal de lfrane.Treinta y dos ministros y cinco secretarios de Estado componen el nuevo Ejecutivo marroquí, del cual han quedado excluidos todos los independientes (ucedistas marroquíes), seguidores del ex primer ministro y cuñado del rey, Ahmed Osman.
Doce de los 32 ministros son "caras nuevas" sin filiación política, algunos de los cuales son profesionales a los que se encomiendan por primera vez carteras importantes. El Istiqlal conserva siete ministerios y una Secretaría de Estado, pero reduce su importancia, debido a la categoría intrínseca de los nuevos ministerios que le han sido atribuidos.
El Movimiento Popular conserva a cuatro ministros en el poder, pero ve ligeramente disminuida su influencia.
La opinión pública marroquí, preocupada por graves problemas, como la sequía, la carestía de la vida, la prolongación de la guerra en el Sahara, no parece entusiasmarse en absoluto por un cambio de Gobierno que a sus ojos está más relacionado con los asuntos palaciegos que con sus dificultades, cotidianas.
El gran vencedor sobre los independientes, liberales y modernistas del ex primer ministro Ahmed Osman es el ministro del Interior, Driss Basri, quien pasaba por ser la mano oculta que hizo posible, a principios de año, la escisión de los independientes de un importante número de diputados (59 en total) y de cuatro ministros, que constituyeron el grupo llamado independientes-demócratas, y que hoy conservan todos sus carteras.
El ministro del Interior, Driss Basri, refuerza más aún su influencia en el Ejecutivo al habérsele incorporado el Ministerio de Información y el de la Juventud y los Deportes.
Los ministerios con los cuales está principalmente relacionada la cooperación española -comercio, turismo, pesca y enlace sobre el estrecho de Gibraltar- permanecen en las mismas manos.
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