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Entrevista:

Moreno Torroba estrena dos piezas "para ser cantadas por el pueblo"

La Comisión de Navarros en Madrid dedica un homenaje al compositor de "Luisa Fernanda"

Federico Moreno Torroba, compositor, 91 años, presidente de la Academia de Bellas Artes y de la Sociedad General de Autores, estrena hoy en el teatro Real, de Madrid, dos obras que él considera bocetos y que jamás pensó para otra cosa que para ser cantadas por el pueblo». El autor de Luisa Fernanda recibe esta noche el homenaje de la Comisión de Navarros en Madrid y la Real Congregación de San Fermín de los Navarros. En el transcurso del acto, el Orfeón Pamplonés interpretará varios fragmentos de Don Quijote, creada por el músico para el Ballet Nacional, y Canciones navarras.

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El programa de esta noche

Pregunta: Los homenajes dedicados a su persona se deben contar ya por centenares...Respuesta: Sí, efectivamente, son demasiados, demasiados.

P. A estas alturas, ¿le siguen conmoviendo?

R. Pues, sí. La verdad es que ya estoy un poco acartonado, pero siempre tienen alguna característica especial que impresiona.

P. ¿Y cuál es la característica del que hoy se le tributa en el teatro Real?

R. El afecto que me tiene la gente de Navarra. Aunque yo no soy navarro tengo mucha vinculación con aquella tierra: el padre de mi mujer, mis hijos, mis nietos... En fin, me siento navarro honorario.

P. A todos nos admira su vitalismo y su constante actividad al frente de la Sociedad de Autores, componiendo, dirigiendo, viajando... Vamos a centrarnos en su labor creativa. ¿Qué partituras le ocupan ahora mismo?

R. Acabo de terminar un cuadro nuevo que hemos hecho para El poeta, la ópera que estrené con Plácido Domingo, con vistas a su presentación en Buenos Aires y Europa. Lo he terminado hace tres o cuatro días. He terminado hace muy poco también un Concierto para piano y orquesta que estrenaré el próximo enero en los festivales uruguayos de Punta del Este y para lo cual me trasladaré allí. Y tengo ya en cartera, para empezar a poner notas, un Concierto de guitarra que me ha encargado un guitarrista francés muy prestigioso -Lagoya- y lo voy a hacer con mucho gusto.

P. Acabamos de hablar de obras sinfónicas. Por otra parte, su producción es fundamentalmente teatral. Sin embargo, hay una parcela de su catálogo que llama la atención especialmente, y es la parcela guitarrística. ¿Cómo ha sido tan amplia esta dedicación a la guitarra?

R. Yo comencé en el género sinfónico. Luego tuve un acierto señalado en el teatro que condicionó un tanto mi carrera, porque tras él vinieron alrededor de ochenta obras líricas... Pero paralelamente a mis primeros estrenos conocí a Andrés Segovia y me incitó a que escribiera para guitarra. Yo le dije: no soy guitarrista ni tengo idea de su técnica. Pero insistió y, tras unas conversaciones con él, me puse al tanto de las características de este instrumento y comencé a escribir.

P. Cómo interpreta usted que grandes compositores españoles de la etapa nacionalista, corno Albéniz o Granados, incluso Falla -que sólo compuso una obra-, no cultivaran la música para guitarra?

R. Es que entonces la guitarra no era un instrumento importante ni existía Andrés Segovia, que es quien ha motivado muchas de las composiciones de los últimos tiempos, no sólo las mías, sino las de muchos autores europeos. Ahora bien, en el fondo las obras de Granados y, sobre todo, las de Albéniz son casi de hechura guitarrística: el piano parece pretender imitar a la guitarra.

P. Maestro, una pregunta un poco delicada. Pero antes de formularla quiero que me confirme que Luisa Fernanda sigue siendo su obra más popular.

R. Usted lo ha dicho perfectamente: es la más popular, pero ello no quiere decir la más buena ni la preferida del autor.

P. ¿Y no resulta un poco frustrante para un compositor que, después de cincuenta años escribiendo sin cesar, siga siendo la más celebrada una obra de los años treinta?

R. A mí me agrada el éxito de Luisa Fernanda, cómo no, pero es claro que lamento que hijas muy queridas, como La chulapona, que últimamente se está haciendo más; Monte Carmelo, obra por la que siento gran predilección; La caramba, que tuvo un éxito formidable, se representó doscientas veces a teatro lleno, y tantas otras, por razones muy diversas problemas de reparto, la inercia y la comodidad de quienes programan, etcétera-, estén olvidadas lamentablemente.

P. Si le parece, volvemos, para terminar, al motivo inicial de esta entrevista: el concierto-homenaje que se va a desarrollar esta noche en el Real.

R. Sí, yo quiero agradecer mucho esta iniciativa y subrayar que, en vista del afecto con que se ha preparado, no he puesto obstáculos para que vayan en el programa dos obritas (aunque se hayan anunciado con mucho énfasis y con caracteres de estreno) que son muy simples, casi bocetos. Yo las hice para que las cantara el pueblo y no pensando en un gran orfeón ni en que se fueran a dar en el teatro Real.

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