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Entrevista:

Voslensky: "En la URSS existe un monopolio de unos pocos"

, Mijail Voslensky, de 61 años, historiador de profesión y autor del libro La nomenklatura, los privilegiados en la URSS, que ha presentado en Barcelona y, ayer, en Madrid, tiene dos fijaciones: no desea ser llamado disidente, pese a haberse exiliado de la URSS, y quiere dejar claro que su libro no es un panfleto, sino "un análisis, en términos marxistas, de la realidad soviética". Fue colaborador del Consejo Mundial de la Paz, secretario ejecutivo de la comisión de desarme de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética, vicepresidente de la Comisión -de Investigación Histórica para la URSS y la República Democrática Alemana (RDA). Actualmente vive en la República Federal de Alemania (RFA), donde dirige el Instituto de investigaciones Soviéticas Contemporáneas, que él mismo ha fundado, y tiene la nacionalidad austriaca.Pregunta. En su libro afirma usted que, en la URSS se ha creado una nueva clase social más feroz, si cabe, que la capitalista, ¿podría precisar qué entiende usted por "clase social"?.

Respuesta. Lo mismo que Marx, lo mismo que Engels y Lenin. Una clase social es un conjunto de individuos con intereses comunes, que derivan de la posesión de los medios de producción y que se distingue de otros grupos por el papel que ocupa en la producción.

P. En ese sentido, parece difícil aceptar la presencia de propietarios en la URSS, ya que la propiedad está socializada.

R. Socializada no, estatalizada.

P. ¿Cuál es la diferencia?

R. Total. En la URSS todo pertenece a la clase social dirigente, que yo llamo la nomenklatura. Son propietarios de la economía, de la política, de la ideología, de todo. Son explotadores, en el puro sentido del término, tal como Marx lo utiliza.

Es una clase que es necesario analizar en términos de monopolios, algo que Marx no pudo hacer, pero hoy sí podemos. En Occidente hay tendencia al monopolio, pero en la URSS se da el monopolio absoluto de unos pocos sobre todo y sobre todos.

P. Así pues, habría dos clases fundamentales en la URSS y en el resto de los países del Este.

R. En efecto, dos clases: la clase dominante y el resto de la población, formada por obreros, campesinos e intelectuales.

P. ¿Quién forma entonces la clase dominante?

R. Unos pocos, muy pocos. En la URSS, que es el país que mejor conozco, la nomenklatura no va más allá de tres o cuatro millones de personas sobre una población de 266 millones.

Si nos fijamos bien podemos llegar a la conclusión de que paradójicamente, o quizá lógicamente, no son más de un 0,5%. El mismo porcentaje que tenía la aristocracia antes de la revolución.

Exportación de "nomenklaturas"

P. Parece que usted estaría de acuerdo con algún otro socialismo que no fuera el de la URSS.

R. Creo que el socialismo puede proporcionar a los obreros mayor bienestar, más libertad que el capitalismo, pero en la URSS ocurre lo contrario y no entiendo cómo en Occidente hay gente que tiene simpatía a la Unión Soviética.

Empezando por los partidos socialistas, deberían ser más inclementes con la URSS.

P. Antes ha hablado usted de exportación de nomenklaturas; ¿qué gana la URSS con ello?

R. Es la lógica de su política exterior. Japón exporta coches y electrónica la URSS exporta nomenklaturas para ampliar su base

P. Y esa exportación, ¿qué métodos sigue?

R. Pues, fundamentalmente, en la Europa del Este se llama internacionalismo socialista, lo que significa que hay que mantener lá correlación de fuerzas favorables a la URSS, interviniendo incluso militarmente si ello fuera necesario.

En el Tercer Mundo se trata de la lucha por la liberación de los pueblos, pero Afganistán es un ejemplo de que no se trata de una verdadera liberación. Con respeco a Occidente, la URSS propone el desarme y el mantenimiento de la actual correlación de fuerzas para evitar verse en desventaja.

P. Este análisis, ¿parte de su época en la comisión de desarme o de datos posteriores?

R. De ambas cosas. Para comprobarlo sólo hay que ver la oposición de la URSS a que España entre en la OTAN, Yo no veo motivos serios para esa oposición. Parto también de mi experiencia en Moscú.

La comisión de desarme debía investigar sobre posibilidades de reducción de armamento, pero sólo nos daban dinero para propaganda, ni un copek para la investigación. Y es que la URSS predica el desarme en el exterior, no en el interior. Allí no hay pacifistas.

P. ¿Sugiere usted que los movimientos pacifistas en Europa están subvencionados por la URSS?

R. Subvencionados no, utilizados sí. Por eso desearía que en Occidente se difunda mi libro y se sepa de una vez que el socialismo no es la URSS; el socialismo es otra cosa.

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