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Condenados en el Reino Unido dos miembros de Exit, sociedad para la eutanasia voluntaria

Andrés Ortega

Mark Lyons y Nicholas Reed, uno miembro y el otro secretario general de Exit, sociedad para la eutanasia voluntaria, han sido condenados en Londres por varios casos de ayuda e incitación al suicidio. Salieron, sin embargo, libres de la acusación del asesinato de una mujer de noventa años. La causa que defiende Exit parece menoscabada tras el veredicto, no sólo por los hechos en si, sino por la imagen que ha dado Mark Lyons.

Mark Lyons, un hombre de setenta años, con un ojo de cristal, vestido normalmente con un viejo abrigo y un sucio gorro de lana, visitaba a los suicidas potenciales que contaban con Exit. En estos casos, Lyons utilizaba diversos nombres falsos y acudía con un kit (equipo) para los suicidios; a saber: bolsas de plástico para la asfixia, píldoras -principalmente -barbitúricos y alcohol, normalmente brandy.En uno de los casos, Lyons describió cómo una suicida se tragaba las píldoras «mordiéndolas con sus dientes, lo que para mí, que no tengo dientes, era como oír a un perro morder un hueso. Me ponía los nervios de punta».

Los ocho casos de los que había sido acusado incluían desde un joven alcohólico de veinticuatro años hasta Isabella Ward, de noventa años, a quien Lyons describió como «un viejo pájaro duro de pelar».- En otro caso, Nicholas Reed intentó convencer a una mujer de 56 años, inválida desde un accidente en 1957, para que participara en un programa televisado sobre la eutanasia; pero la mujer se negó.

Poco después, Lyons la visitó asustándola por su aspecto sucio y de buitre. Lyons quiso convencerla de que se suicidara, pero la mujer rechazó la idea. Esa noche Lyons la telefoneó, llamándola «maldita perra estúpida» y diciéndole que no tenía tiempo que perder con escorias como ella. Lyons fue culpado de ayudar o incitar al suicidio a siete personas, recibiendo una condena de dos años y medio de prisión. Reed, el secretario general de Exit, de 34 años de edad, que pretendió durante las dos semanas del juicio no haber sabido nada sobre las actividades de Lyons, recibió una condena condicional de dos años de prisión por haber colaborado en cuatro de estos casos. La denuncia contra Exit fue presentada a la policía por un equipo de la cadena comercial de la televisión británica que en 1979 estaba realizando un programa sobre la eutanasia. El primer caso de suicidio había ocurrido en diciembre de 1978, y los otro ocho, en los dieciocho meses siguientes. En el Reino Unido, el suicidio es legal desde 1961, pero es un crimen la ayuda o incitación a él. Exit lucha por que se legalice la eutanasia voluntaria -con algunas condiciones- en el Reino Unido. En 1969, la Cámara de los Lores debatió un proyecto de ley sobre la eutanasia que contemplaba esta posibilidad si los pacientes hablan hecho una declaración, treinta días antes, ante dos testigos. Pero, por razones morales, el proyecto no prosperó.

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