Paco Ibáñez: "La mayor bofetada"

"Con la bofetada que usted me acaba de dar, las palabras sobran; en este momento he sentido una gran tristeza, como si se me cayera el cielo encima», manifestó ayer el cantante Paco Ibáñez, que se encontraba en Gijón, donde dará hoy un recital, al recibir de EL PAIS la noticia por teléfono de la muerte de Georges Brassens«Brassens», añadió, «ha sido, es y será el más grande cantautor que ha dado la humanidad, en mi opinión». Ibáñez estima que nadie como él llevó la canción a tan altas cotas. «Ahora», afirmó, «nos quedan sus canciones. Esas seguirán viviendo».

La semana pasada, Paco Ibáñez telefoneó al secretario de Brassens para interesarse por su salud y comunicarle su viaje a Asturias, donde interpretaría sus canciones. «Brassens, mi gran padre, estará presente en el recital que daré hoy en Gijón, donde le rendiré un emocionado homenaje. A él se lo debo todo. Me mostró el camino técnico y me dio el entusiasmo suficiente para defender la canción hasta la muerte».

Para Ibáñez, Brassens es un genio, un espléndido creador. «No se puede decir», afirma, «para qué sirven sus canciones; de la misma manera que no se puede decir para qué sirven Cervantes o las flores. Pero el Quijote y las flores están ahí, y nos ayudan a vivir. Yo considero a Brassens y a Yupanqui como los dos máximos ejemplos en el mundo de la canción».

Ibáñez recordó ayer espontáneamente las famosas coplas de Jorge Manrique «Como se viene la muerte, tan callando ... ». Tuvo la última conversación personal con Brassens cuando acudió a presentarle sus canciones interpretadas en castellano. Cuando ya se encontraba enfermo, Brassens acudió al taller de carpintería que Paco Ibáñez tiene en París, cerca del Centro Pompidou, y le prometió volver para realizar allí mismo, con sus propias manos, un objeto de madera.

El cantante suspenderá su gira española para desplazarse a Montpellier, donde probablemente será enterrado su ídolo. «Creo» dijo Ibáñez, «que será inhumado en Setep (Montpellier), pues a una canción maravillosa suya le puso el título Súplica para ser enterrado en Selep». Paco Ibáñez recibió en Gijón la noticia del fallecimiento de Brassens.