Descubierta en Roma una red clandestina de venta de niños

Por vez primera, los jueces italianos han aplicado el artículo del Código Penal que condena hasta con quince años de cárcel "el tráfico de esclavos". La sentenciada es una mujer: Anelinda Fassola, de 66 años, acusada por la magistrada Margarita Gerunda de vender niños guatemaltecos a familias italianas de un alto nivel adquisitivo.Los niños llegaban de Centroamérica con un certificado de turistas y otro de sus padres, en el que autorizaban su traslado a Italia. A los nuevos padres de los niños les daban el certificado de venta.

Nacida en Italia y nacionalizada en Estados Unidos, la acusada vivía actualmente en Roma y en Patterson, en Nueva Jersey. Ha sido detenida y llevada a la cárcel romana de Rebibbia.

Este comercio, al parecer, duraba desde hace quince años y sólo ahora lo ha descubierto la Magistratura gracias a la confesión de una de estas familias, que había comprado el niño y después se dio cuenta de que la situación jurídica del bebé era irregular.

Por ahora, los jueces han descubierto sólo cinco casos en Roma, pero parece ser que estos niños guatemaltecos, vendidos como objetos, proliferan en media Italia, sobre todo en el Norte.

Existe, por el momento, gran reserva alrededor de la investigación que realizan en el país los carabineros. Pero de la vida de lujo que llevaba la mujer sentenciada se deduce que estos niños no se vendían baratos.

La central operativa estaba en Roma, en la calle de Bartolino de Nóvara, 13. Las fuerzas de seguridad se han incautado de toda la documentación clandestina.

En Italia, el problema de las adopciones es muy grave. Existen miles de familias sin hijos que esperan años enteros para obtener un niño huérfano. Pero la burocracia es muy grande. Los niños abandonados son una fuente de ganancia en ciertos hospicios.

Sólo en la región del Lazio, a la que pertenece Roma, hay actualmente sobre la mesa de los magistrados más de 3.000 peticiones de las cuales solo se conceden unas sesenta al año aproximadamente.

Los que tienen mucho dinero adoptan un niño extranjero del Tercer Mundo. Legalmente. Pero no se puede obtener por menos de un millón de pesetas, entre trámites y certificaciones.

Una familia que va a adoptar dos niños en América Latina nos declaraba que sólo en documentos deberán gastar alrededor de 100.000 pesetas. Además, tendrán que ir allí, estar por lo menos un mes y traerse los niños.

Anelinda Fassola había resuelto el problema: ningún documento, ningún viaje. Una simple venta y el niño llegaba por correo. ¿El precio?. Evideritemente menos del millón de pesetas que cuesta la adopción legal.