El pacifismo invadió Bruselas, capital de la OTAN
Bruselas, capital y símbolo de la Alianza Atlántica y del Mercado Común Europeo, presenció el domingo una impresionante manifestación pacifista, la más importante celebrada en Bélgica desde la segunda guerra mundial. Cerca de 150.000 personas -200.000 según los organizadores- se concentraron en las calles de Bruselas, una ciudad que tiene poco más de un millón de habitantes, para protestar contra el despliegue de los euromisiles y contra la carrera de armamentos entre el Este y el Oeste. Los organizadores de esta manifestación gigante, el Comité Nacional de Acción para la Paz y el Desarrollo, celebraron una conferencia de Prensa, a la que asistieron los presidentes de los partidos socialistas francófono y flamenco, Guy Spitaels y Karl van Miert, respectivamente,al igual que numerosos dirigentes sindicales.
El comité salió al paso de las acusaciones formuladas por el secretario general de la OTAN, Joseph Luns, según las cuales los movimientos pacifistas de Europa occidental están sufragados por la Unión Soviética. Los organizadores de la manifestación explicaron, céntimo a céntimo, de dónde habían salido los 900.000 francos (cerca de 2.500.000 pesetas) que ha costado la campaña. Anunciaron también que si Joseph Luns no rectifica sus afirmaciones o no demuestra la "intervención" soviética en el movimiento pacifista presentarán una querella por difamación.Como en las manifestaciones que han tenido lugar en otras ciudades europeas, la de Bruselas se desarrolló en torno a cuatro lemas principales: "No a los misiles: un paso hacia el desarme", "No a las armas nucleares en Europa", "Bomba de neutrones, Persing II, Cruise, no" y "Desmantelamiento de los. SS-20 soviéticos.
Decenas de millares de personas, en su gran mayoría jóvenes, corearon gritos contra el Kremlin y el Pentágono -los dos centros de poder militar en la URSS y en Estados Unidos- y a favor del desarme y la distensión.
Cosacos contra "cow boys"
Dos jóvenes, disfrazados de cosaco ruso y de cowboy norteamericano, amenizaron el cortejo con una batalla simulada en la que el "arma" de ataque era un enorme globo terráqueo.
La manifestación, que alcanzó unas proporciones no previstas ni por los propios organizadores, se disolvió en la plaza del Matadero como un símbolo más.
Medios próximos a la Alianza Atlántica se negaron a realizar el menor comentario sobre esta demostración pacifista que tiene lugar en sus mismas puertas, pero no ocultaron que estaban impresionados por el número de manifestantes reunidos.
La OTAN ha iniciado su propia campaña de propaganda para contrarrestar los efectos del movimiento pacifista, pero por el momento no ha logrado influir en lo más mínimo a nivel de la opinión pública: en sólo seis capitales europeas los pacifistas han conseguido movilizar a más de un millón de personas.
La manifestación empezó a las dos de la tarde y cuando, a las ocho menos cuarto, se dió la orden de disolverse millares de personas continuaban todavía en el punto de partida sin haber podido desfilar.
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