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Las exportaciones textiles y la agricultura frenan el ritmo de la negociación económica con la Comunidad Europea

Soledad Gallego-Díaz

El ministro español de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, estima que se ha abierto la puerta a la negociación a fondo con la Comunidad Económica Europea (CEE). Así lo afirmó ayer en Luxemburgo, durante la reunión negociadora que celebró con sus diez colegas europeos. El encuentro hispano-comunitario no deparó sorpresas, aunque sí surgió un nuevo problema: la Comunidad quiere aplicar a España el mismo sistema que aplicara a Portugal en el capítulo de los textiles, es decir, un sistema especial de restricciones cuantitativas a nuestras exportaciones.

El presidente de turno del Consejo de Ministros de los diez, el británico lord Carrington, entregó a la delegación española dos documentos relativos a la unión aduanera y a la agricultura. El primero de ellos era esperado con impaciencia por la delegación española, porque suponía el desbloqueo del expediente que impuso Francia hace algunos meses. El documento recoge, sin embargo, la postura del Gobierno de París en otro punto importante para nosotros: las exportacions textiles. La Comunidad, según el texto aprobado ayer, estima que la integración de la industria textil española debe producirse de forma suave y gradual, sin provocar problemas en el mercado comunitario. Para ello quiere establecer una vigilancia estadística que permita identificar inmediatamente cualquier aumento inconveniente de las exportaciones españolas.Afortunadamente, la postura francesa no fue recogida en otro punto del documento relativo al desarme arancelario. Los diez han aprobado que se realice "de forma paralela", tanto en agricultura como en industria, aunque esta mención, defendida por Madrid, no tendrá un auténtico contenido mientras que no se hable también de "períodos transitorios unitarios", según explicó a EL PAIS un técnico español.

El informe comunitario tiene 31 páginas, en las que se rechaza nuevamente cualquier posibilidad de asociar a España a los debates internos de la CEE sobre política agrícola. La CEE acepta únicamente hablar de "información mutua", y ello sin menoscabo de su autonomía y sin establecer ningún mecanismo específico para ello.

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Los comunitarios afirman que sus declaraciones anteriores sobre la agricultura siguen siendo válidas, y se quejan de una cierta lentitud por parte de España a la hora de facilitar la información que necesitan los expertos de la comisión. Insisten nuevamente en que los países de la CEE, a partir de la adhesión de España, no podrán, en ningún caso, ser tratados peor que países terceros, con los que España mantiene acuerdos preferenciales. Igualmente, aluden a la necesidad de que Madrid denuncie los acuerdos comerciales incompatibles con el Tratado de Roma desde que se produzca su ingreso.

Los diez hablan también de la conveniencia de establecer una "cláusula de salvaguardia, general y recíproca", para hacer frente a los imprevistos que puedan producirse tras la adhesión.

En su discurso ante el Consejo de Ministros de los diez, el titular español de Asuntos Exteriores afirmó que si las soluciones a los problemas internos de la Comunidad no admiten dilaciones, "la ampliación tampoco debe ya aplazarse". "España considera esperanzador el nuevo clima positivo de la negociación", explicó, "que debe evitar que las incertidumbres provocadas en el pasado por un ritmo lento y desalentador de las negociaciones pueda llegar a incidir negativamente en la fe e ilusión europeísta que comparten unánimemente partidos políticos, sindicatos, empresarios y opinión pública".

"Sereno optimismo"

El ministro español afirmó que el balance actual de las negociaciones con la CEE permite "un sereno optimismo" por parte de España. "La situación ha mejorado desde la sesión anterior de negociaciones, el pasado mes de julio", señaló Pérez-Llorca.

José Pedro Pérez-Llorca repitió unas frases pronunciadas por el presidente de turno del Consejo de Ministros de la CEE, lord Carrington: "El ministro británico ha dicho que la capacidad de la que da muestras la CEE al entregarnos los dos documentos de hoy, importantes, y que figuran ya en el corazón de las negociaciones, marca un hito", aseguró.

Pérez-Llorca no ocultó que la posición de la CEE en lo relativo a los textiles españoles suponía "una dificultad importante", pero se felicitó de poder discutir todos estos problemas.

La delegación española hizo entrega a la comunitaria, por su parte, de tres documentos sobre política regional, asuntos sociales y fiscalidad. En el primero de ellos se solicita para todas las regiones de España, sin excepción, su inclusión en los fondos destinados por la CEE a su política regional. Interrogado sobre si no era una postura maximalista , dado que ni tan siquiera Grecia lo logró en sus negociaciones con la CEE, Pérez-Llorca dijo que era una posición "defendible en justicia" por parte de España, pero que debía interpretarse como una postura negociadora.

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