La ponencia económica, abierta a la nacionalización de los sectores financiero y energético

El proyecto político del PSOE es la formación de un bloque que vertebre amplias capas y clases sociales, unidas por su situación de oprimidas y coincidentes en el deseo de conseguir las condiciones que permitan la felicidad del hombre. Esta es, en síntesis, la tesis de la ponencia política aprobada ayer por la mañana por el Congreso del PSOE. También por la mañana se aprobó la ponencia socioeconómica, que, entre otros detalles deja la puerta abierta a la nacionalización de los sectores financiero y energético.

La ponencia política afirma de entrada que el socialismo es el proyecto de conseguir las condiciones sociales que permitan la felicidad del hombre. Esta afirmación sustituyó a la más simple, contenida en el dictamen de la comisión, de que el socialismo es un proyecto de felicidad para el hombre, al ser considerada ésta más vaga y menos política.También en la introducción se afirma que los socialistas configuran un amplísimo movimiento de transformación de la sociedad, que pasa por la profundización de las libertades y la eliminación de las trabas económicas que dificultan la emancipación social. Este movimiento debe coordinar sus objetivos con las posibilidades de cada momento.

Aunque el marxismo ha sido eliminado de la resolución, se hace una referencia indirecta al mismo al declarar plenamente vigentes los principios que inspiraron la fundación del PSOE y recoger la tesis, del pasado congreso extraordinario, que declara válidas las aportaciones ideológicas de todas las corrientes socialistas.

El proyecto de los socialistas es dirigir la construcción de un amplio bloque de clases que vertebre a los grupos sociales oprimidos que coinciden en la necesidad de superar la realidad actual. El PSOE aglutinará estos sectores, «independientemente del lugar que ocupen en el proceso de producción», para crear una nueva conciencia de clase y articular una mayoría de progreso.

El concepto de bloque de clases dio origen a un amplio debate, en el que la delegación de Granada intentó sustituir esa expresión por la de bloque socialista, y la de Cataluña, hacer que se hablara de clase trabajadora, si bien entendiendo que ésta ha evolucionado y tiene una composición plural, aunque también unos intereses comunes que la unen en un solo proyecto, caracterizado por la libertad, la igualdad y la solidaridad.

El portavoz catalán, José María Triginer, advirtió que, si es evidente la transformación de la sociedad y la necesidad de ampliar la base social del partido, también es cierto que la expresión bloque de clases puede conducir al equívoco que permite pensar que el PSOE es un partido interclasista, e insinuó la incoherencia de hablar de grupos plurales y un proyecto político común.

En cuanto a la proyección concreta de estas ideas, la ponencia insiste en la línea desarrollada por el PSOE durante la transición y en la tesis de que la derecha española muestra una incapacidad crónica para estabilizar una representación política. No se concreta política de alianzas, sino que se defiende la necesidad de un proyecto socialista autónomo y se observa la posibilidad de que la burguesía liberal y progresista cree una fuerza política bisagra.

Los principios de actuación del PSOE pasan por la consolidación de la frágil democracia en España y la necesidad, de intentar conseguir el Gobierno.

Por otra parte, el PSOE potenciará los medios de comunicación que, siendo orgánica y económicamente independientes, «se inscriben en los principios socialistas y contribuyen a la divulgación de la política socialista». Se pronuncia en favor de la radiotelevisión pública y denuncia la privatización de los medios de comunicación social del Estado.

Nacionalizaciones: ni se afirman ni se niegan

La ponencia económica, finalmente, no ha recogido las duras propuestas en el sentido de moderar los salarios como forma de salir de la crisis, sino que deja a los interlocutores sociales la libertad para negociar la relación de los precios y los salarios, aunque se propicia la consecución de un equilibrio. Se acepta, no obstante, la conveniencia de una política de responsabilidad en el tema salarial.,

La ponencia socioeconómica contiene un párrafo sobre nacionalizaciones en el que se dice que pueden ser objeto de ellas los sectores financiero y energético, aunque tampoco se afirme la conveniencia de adoptar medidas en ese sentido, sino de que la cuestión sea estudiada en el seno del partido. El mismo párrafo indica que importantes sectores, como el alimentario, el farmacéutico y el electrónico, requieren una fuerte presencia del sector público. Por una enmienda de la delegación de Madrid se aceptó la conveniencia de socializar el 40% del sistema financiero.

Junto a la reforma de la Administración y de la empresa pública también se propicia una reforma del sistema financiero, orientada a corregir la propia crisis interna de éste y lograr su adaptación a los intereses generales de la economía. En este mismo apartado se propone la creación de un gran banco estatal que haga el contrapunto del sector privado y la puesta en marcha de un mayor control de los bancos, así como la socialización de las cajas de ahorro con mayoría del Gobierno o de las comunidades autónomas.