Hoy comienza la "cumbre" de Cancún con la ausencia de España
España estará ausente de la cumbre Norte-Sur que hoy se inicia en Cancún (México), con asistencia de veintidós países, debido ante todo a una falta de reflejos de la diplomacia madrileña, que presentó su candidatura demasiado tarde. Mandatarios de ocho naciones industrializadas y catorce en desarrollo, en nombre de dos tercios de la población mundial, sellarán en este rincón caribeño «la supervivencia o la esperanza» de los países tercermundistas.
La inexplicable ausencia de España -país que durante el último Gobierno franquista estuvo presente en la Conferencia NorteSurde París, a finales de 19175-, tiene su origen en el hecho de que el Gobierno que presidía Adolfo Suárez no se dio por enterado de la cumbre hasta comienzos del presente año, y cuando intentó presentar su candidatura, la lista de participantes estaba prácticamente cerrada. Todas las posteriores gestiones del Gabinete Calvo Sotelo resultaron inútiles.El presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan verdadera estrella de la reunión, se ha distanciado de entrada de los restantes veintiún dignatarios, ante su machacona insistencia en que el modelo de economía libre de mercado es el mejor método para solucionar la pobreza y el subdesarrollo en el mundo.
La polémica en torno a una eventual guerra nuclear limitada en el escenario europeo, ajena por completo a la agenda de la reunión, se ha convertido, no obstante, en un protagonista imprevisto de la cumbre. Ayer, mientras Reagan volaba hacia la localidad caribeña, la Casa Blanca hacía pública una puntualización del presidente norteamericano sobre sus polémicas declaraciones del pasado fin de semana, que tantos interrogantes levantaron en Europa.
«La esencia de la estrategia nuclear norteamericana es que ningún agresor debe creer que el empleo de armas nucleares en territorio europeo pudiera quedar, razonablemente, limitado a Europa», afirmó el primer mandatario norteamericano. Y matizó más aún: «Consideramos que cualquier amenaza militar contra Europa es como una amenaza contra Estados Unidos».
Reagan aprovechó también para arremeter contra la Unión Soviétiea, y responder a las críticas lanzadas el martes por Breznev.
Páginas 3 y 6
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