La simetría orbital de los electrones, base de la investigación química de un japonés y un estadounidense

Según la Academia de Ciencias sueca, los trabajos de Kenichi Fukui y Roald Hoffmann, que les han valido el Premio Nobel de este año, «permitirán prever teoricamente el desarrollo de las reacciones químicas».Kenichi Fukui nació en Nara (Japón) el 4 de octubre de 1918, y es actualmente profesor de Química-Física en la Universidad de Kyoto, puesto que ocupa desde el año 1951. Roald Hoffmann, por su parte, nació en Zloczow (Polonia) el 18 de julio de 1937, y emigró en 1949 a Estados Unidos, donde, desde 1974, es profesor de Ciencias Físicas en la Cornell University (Nueva York).

Hoffmann, que tiene la nacionalidad norteamericana, es el vigésimo quinto ciudadano de Estados Unidos que recibe el Premio Nobel de Química, mientras que Fukui es el primer japonés que recibe dicho galardón.

Según la Academia sueca de Ciencias, Kenichi Fukui lleva demostrando desde hace veinticinco años que algunas propiedades de las órbitas más fuertemente ligadas de los electrones y de las órbitas electrónicas vacías más accesibles tenían una importancia inesperada, por lo que a las reacciones químicas entre moléculas respecta. Estas órbitas especiales fueron llamadas por Fukui, en su momento, órbitas frontales. En un principio, la teoría de las órbitas frontales no fue considerada por los científicos como relevante, pero hacia 1965, tanto Fukui como Hoffmann, trabajando separadamente y sin ningún contacto entre ellos, descubrieron que las propiedades de simetría de tales órbitas frontales podían explicar ciertos procesos de reacciones químicas que hasta entonces se comportaban de forma misteriosa.

Los modelos teóricos de los dos galardones se utilizan desde hace ya casi diez años en numerosas ramas de la química moderna. Actualmente, la teoría de la simetría orbitral es utilizada preferentemente por los bloquímicos que analizan la química de las funciones vitales y por la química farmacéutica en la creación de nuevos medicamentos.