Un mitin multitudinario del centroderechista Giorgios Rallis en Atenas cerró ayer la campaña electoral griega
La campaña electoral griega se cerró anoche con un mitin multitudinario de Nueva Democracia, en el que el partido gubernamental demostró su poder de convocatoria popular, al reunir a varios centenares de miles de personas en la céntrica plaza Syntagma (Constitución), de Atenas, donde pronunció un discurso el jefe del partido y primer ministro, Giorgios Rallis.
Observadores imparciales calificaron anoche de "ligeramente menor" la asistencia popular al mitin de Nueva Democracia, en comparación con el celebrado en el mismo lugar, la noche anterior, por el Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok). En cualquier caso, hubo muchos simpatizantes del partido gubernamental en la plaza Syntagma, y durante todo el día, automóviles con la bandera azul y blanca del partido recorrieron las calles de Atenas en ruidosas caravanas. Un testigo que vio las dos concentraciones desde un observatorio privilegiado decía anoche que "si el jueves hubo medio millón de personas, como asegura el Pasok, el viernes acudieron 400.000". Estimaciones subjetivas de este tipo dan idea de lo reñida que se presenta la batalla electoral que se celebrará mañana, domingo.Largas caravanas de automóviles abandonaban ayer por la tarde Atenas, ya que los electores deben depositar su voto en el lugar de su nacimiento. Para hoy y mañana se espera un tráfico muy denso en las carreteras del país, y como es habitual en las campañas electorales griegas, los partidos políticos ponen a disposición de los votantes autobuses, trenes e incluso barcos gratuitos, con la esperanza de que les respalden en las urnas.
"Democracia para siempre"
Nueva Democracia ha basado su campaña electoral en el respeto al orden democrático, la tranquilidad, la seguridad y el orden disfrutados por el país en los siete años de su gobierno. Uno de los eslóganes más coreados y presente en toda la propaganda electoral es: "Nueva Democracia es democracia para siempre".El partido gubernamental, que ganó las elecciones de 1974 y 1977, aunque con un descenso notable de los votos en esta última, se presenta, por vez primera, sin que la figura más carismática del partido, Constantino Caramanlis, figure en sus listas electorales.
Caramanlis, que ha estado en primera fila de la vida política griega durante los últimos veinticinco años -excepción hecha del período de la dictadura de los coroneles-, optó el pasado año por presentar su candidatura para la Presidencia.
Según la Constitución griega, Caramanlis es ahora el "árbitro de las instituciones", como jefe del Estado, y no puede intervenir en las disputas de los partidos políticos. Ello no significa, sin embargo, que carezca de poder. Si el socialista Papandreu gana las elecciones y forma Gobierno, los dos antiguos adversarios políticos van a tener sobradas ocasiones de medir de nuevo sus fuerzas. Sin ir más lejos, la decisión anunciada por Papandreu de convocar un referéndum popular para obtener la salida de Grecia de la Comunidad Económica Europea se encontraría ya la dificultad de que es el presidente de la República quien tiene el privilegio de llamar al pueblo griego a un referéndum.
Hoy, sábado, es la jornada de reflexión y está prohibida toda actividad de propaganda política. Mañana se aplicará una estricta ley seca y otros tipos de restricciones destinadas a impedir incidentes.
Los griegos, aficionados al juego, cruzan apuestas sobre quién será el partido vencedor en el enfrentamiento entre Pasok y Nueva Democracia. Una de las mayores apuestas de las que se tiene noticia, hecha entre dos particulares, asciende a tres millones de dracmas (casi seis millones de pesetas).
Durante el mitin de anoche en la plaza Syntagma, el primer ministro, Rallis, anunció, como se esperaba, la concesión de créditos a los agricultores y un aumento de las pensiones, medidas que habían sido calificadas de demagógicas por el líder de la oposición, Andreas Papandreu.
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