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Rápido restablecimiento del canciller Helmut Schmidt

El canciller de la República Federal de Alemania (RFA), Helmut Schmidt, que desde el pasado martes vive con un marcapasos, se restablece con rapidez, por lo que parecen no tener fundamento los rumores sobre su posible dimisión.

Fuentes próximas al Gobierno señalaron ayer que Schmidt reemprendió algunas de sus actividades desde su habitación en el hospital militar de Cobleriza, respondiendo personalmente a los telegramas de simpatía recibidos. No obstante, a partir de ahora no podrá mantener su ritmo de trabajo de dieciséis horas diarias.

Hoy está prevista una entrevista para la televisión alemana y es probable que abandone el hospital mañana o el domingo.

Para algunos observadores, todos estos detalles prueban que el canciller no tiene intención de dimitir antes de que finalice la actual legislatura, en 1984. Schmidt trata de esta forma de acallar los rumores alarmistas, según los cuales fue operado urgentemente el pasado martes como consecuencia de cuatro paros cardiacos consecutivos, de treinta a cuarenta segundos cada uno.

El restablecimiento de Schmidt tiene una triple importancia política: frena toda especulación sobre un posible sucesor en la socialdemocracia, garantiza la continuidad de la coalición gobernante (socialista-liberal) y, asimismo, de la política exterior, a escasos días de la visita que el líder, soviético, Leónidas Breznev, realizará a Bonn los próximos días 23 y 24 de noviembre.

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